Las casi 2 mil especies de abejas que existen en México se encuentran en grave peligro de desaparecer, a causa de la agricultura intensiva, el cambio climático y los plaguicidas, de acuerdo con información del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico A.C
La especie europea, aunque también comparte los mismos riesgos que el resto de los insectos polinizadores, no está en peligro de extinción porque hay muchas colmenas en granjas apicultoras dedicadas a la producción de miel por todo el mundo.
“En cambio, las abejas silvestres sí que están en grave riesgo, para ellas los cultivos exclusivos de maíz representan enormes desiertos, ya que en estos monocultivos se han eliminado las flores nativas con las cuales se alimentaban”, han indicado a través de un comunicado.
Remy Vandame, investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), indica que de entre esas dos mil especies que habitan en nuestro país destacan: melipona y trigona, dos tipos de abejas sin aguijón de las cuales se aprovecha su producción en algunas zonas del país como en Yucatán y Oaxaca. Las abejas que no pican habitan en ollas de barro o en troncos. Son colonias pequeñas y producen poca miel comparada con las que sí tienen aguijón.
“Estas especies son un tesoro para México, su uso se remonta a hace 800 años, y su uso actual es muy bueno porque es un rescate de una riqueza cultural y natural propia del país y de Mesoamérica”, argumentó.
Estudios han demostrado que el trabajo de las abejas consiste en polinizar flores y frutos hasta en un 80 por ciento, mientras que el restante lo utilizan para producir miel y veneno. Y aunque hay una gran variedad de insectos polinizadores, las abejas destacan por su alta eficiencia, explicó Adriana Correa Benítez, experta de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM para Tangible.
De acuerdo con información de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión (INCyTU), de la variedad de productos agrícolas para alimento humano, 75 por ciento depende de los polinizadores.
Es de señalar que la polinización ocurre cuando el polen se desplaza de los estambres (parte masculina de las plantas) hasta el estigma (la parte femenina). Si las flores son polinizadas se transforman en frutos o de lo contrario se marchitan.
OPCIONES PARA MITIGAR SU DESAPARICIÓN
La mejor opción, de acuerdo con expertos, es dejar pequeñas parcelas con distintas flores nativas que florezcan en distintas épocas del año para que siempre haya flores. Esto proveería alimento a todos los polinizadores, no sólo para las abejas.
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