“El llanero solitario” fue un exitoso serial radiofónico y televisivo que se transmitió durante más de una década entre los años 50 y 60 en nuestro país. Al convertirse pronto en un clásico, los personajes no solo dejaron un legado en la pantalla, sino también en el lenguaje popular. “¿Estamos, Kimosabi?”, por ejemplo, es una de sus expresiones más famosas, ¿sabes qué significa?
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Origen de “Kimosabi”
“El llanero solitario” sigue la historia de un solado del viejo oeste que galopa en su caballo Plata para enmendar injusticias con la ayuda de su astuto secuaz, el nativo potawatomi llamado Toro.
Además de su sabiduría, Toro contaba con diferentes atributos; era solidario, fiel y valiente. Por lo regular, accedía a seguir a su compañero con la frase "vamos, ke-mo sah-bee", expresión afectuosa y fraterna que se traduce como “amigo en quien más confío”.
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Como sucede con tantas expresiones, esta frase se adaptó fonéticamente al habla cotidiana y, más adelante, se transformó en "kimosabe" o "quimosabi", la cual adoptó la jerga popular de países hispanohablantes, especialmente al agregarse a una actividad.
“¿Estamos, Kimosabi?”
Si bien la expresión “kimosabi” ya era famosa entre la población, la radio se encargó de complementarla. A finales del siglo pasado, un curioso anuncio de lotería mexicana ironizó la costumbre de unirse a una causa al estilo “llanero solitario” con el siguiente diálogo:
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(Estando rodeados por indios beligerantes)
Llanero solitario: Hay muchos indios, Toro. ¡Estamos perdidos!
Toro: ¿Estamos, Kimosabi?
El hilarante diálogo de Toro es el que ha trascendido en el lenguaje popular, en intención y gracia todavía vigentes en la actualidad.
De esta forma, cuando una persona quiere desligarse de un equipo, de un acuerdo o de una situación donde no es protagonista, emplea el “¿estamos, Kimosabi?” y no necesita dar mayor explicación.