Es momento de abrirle las puertas al amor, no solo para sentirnos bien emocionalmente, sino para reforzar el sistema inmunológico y, así, resistir ante microorganismos como la Covid-19.
Y es que de acuerdo con el experto de la UNAM, Ignacio Camacho Arroyo, enamorarse incrementa la expresión de los genes involucrados en la respuesta inmunológica “en esta etapa vamos a tener más defensas contra cualquier microorganismo. Si estamos enamorados y nos enfermáramos de la Covid-19, por ejemplo, es mucho más probable que podamos resistir al virus”, mencionó es una videoconferencia.
El académico de la Facultad de Química explicó que el amor, en términos biológicos, es un fenómeno integral en el que participa todo el organismo, en particular el cerebro y diferentes glándulas que producen mensajeros químicos que se comunican entre sí.
En ese sentido, añadió que el amor, en sus diferentes fases, causa reacciones diferentes al cuerpo, por ejemplo, en el enamoramiento la actividad cerebral se modifica de manera selectiva en diversas regiones de nuestro sistema nervioso central, es decir, hay una activación y, a su vez, una desactivación de diversas regiones cerebrales.
A nivel de la corteza las diferentes zonas activadas están vinculadas con la confianza y la seguridad, y las regiones inactivadas se relacionan con el juicio y percepción de la realidad, “Cuando se está en la etapa inicial, la percepción de la realidad es un poco diferente de lo que ocurre, pero esta activación o desactivación de las áreas del cerebro no dura toda la vida”, recalcó Camacho Arroyo.
Mientras que el amor romántico se acciona el hipotálamo, el cual está involucrado en el despliegue de la conducta sexual que puede llevar a la reproducción; la atracción, primordial para establecer lazos de pareja, y las buenas relaciones.
- Con información de Gaceta UNAM