“Me opongo a la violencia porque cuando parece causar el bien este solo es temporal. El mal que causa es permanente”, decía Mahatma Gandhi, cuyo nombre ha trascendido las fronteras de la raza, la religión y los Estados.
Decenas de mensajes en defensa del amor, la honestidad y el cambio social se han convertido en la voz profética del siglo XXI, causa suficiente para conmemorar su natalicio con el Día Internacional de la No violencia, su legado.
Desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó este Día Internacional en 2007, se pretende difundir el menaje de la no violencia, incluso a través de la educación y la conciencia pública.
De esta manera, la resolución reafirma “la relevancia universal del principio de no violencia” y el deseo de asegurar una cultura de paz, tolerancia y comprensión. Además, es un reflejo del respeto universal por Gandhi y de la perdurable relevancia de su filosofía.
El líder aseguraba que "la no violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre".
Hoy, el mundo recuerda a este personaje “no solo por su vehemente adhesión a la no violencia y el humanismo como ideal supremo, sino también como figura de referencia para hombres y mujeres en la vida pública, el pensamiento político y el gobierno, y como símbolo de los anhelos y esperanzas de todos los habitantes del planeta”, expresa un artículo de la ONU.
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