En 2001, científicos del país dieron por extinto el glaciar del Popocatépetl, noticia que causó gran expectación. Se determinó que se debió a los efectos que tuvo la erupción del volcán sobre los hielos desde 1994.
Los proyectiles balísticos y las cenizas que cayeron sobre la superficie ocasionaron su deshielo, mencionó el investigador de la UNAM, Hugo Delgado Granados.
El académico detalló que cuando las cenizas cubren la nieve, ésta recibe con más fuerza la radiación solar, ocasionando a su vez, que el hielo se caliente y no se “alimente”.
A este fenómeno, se suman las cumbres del Iztaccihuatl y el Pico de Orizaba. Respecto a la “mujer dormida”, de 5 mil 240 metros de altitud, aún conserva cinco zonas glaciares de once, lo que significa un deshielo considerable.
Mientras que el sistema glacial del coloso Citlaltépetl (Pico de Orizaba) ha venido retrocediendo de manera paulatina, pero importante. Este en particular, tiene mayor probabilidad de sobrevivir más tiempo aunque bajo pronóstico reservado, puesto que ha venido cambiando el clima global, precisó Delgado Granados.
“En los últimos dos millones de años, el planeta experimentó cuatro glaciaciones importantes; cuando concluyó la última glaciación, alrededor de diez mil años, en México había glaciares en el Ajusco, en las sierras de Las cruces y la Nevada. Sin embargo, los hielos se fundieron y dieron origen al sistema lacustre”, señaló el investigador para Gaceta UNAM.
Precisó que este calentamiento global se debe principalmente a las emisiones de gases de efecto invernadero y que a consecuencia de ello, hoy en día, se sabe que el planeta se encamina más rápido hacia la extinción glacial de lo que se suponía.
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