El empacho es una afección muy mexicana y la pomada de pan puerco es, por excelencia, su remedio tradicional.
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El término médico para el empacho es indigestión, la cual se caracteriza por el malestar en la parte superior del abdomen con sensación de ardor, hinchazón o gaseosidad, náuseas o sensación de saciedad demasiado rápido al comenzar a comer.
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Aunque existen numerosos medicamentos para curar la indigestión, muchas personas prefieren acudir a los remedios naturales como el té de manzanilla o la pomada de pan puerco, la cual adquiere su nombre porque está elaborada con manteca de cerdo y una selección de hierbas.
Lo interesante del ungüento es su peculiar técnica de aplicación: se da una sobada con pan puerco en el abdomen de la persona empachada y luego le pellizcan en la piel de la espalda, en todo el trayecto vertebral, para “tronar” varias veces y despegar aquello que es dañino del cuerpo.
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Poner a prueba el remedio resulta bastante sencillo, pues se vende en la mayoría de farmacias a un precio no mayor a 50 pesos.
Aunque dolorosa, esta técnica ha sido infalible para las abuelitas mexicanas durante años, ¿quién no recuerda una infancia con el potente olor de la pomada de pan puerco y los pellizcos que parecían interminables?
Si bien cada vez es menos común, la vigencia de esta práctica es testimonio vivo de su eficiencia y, sin duda, de la riqueza de saberes de nuestro país.
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Otros saberes para curar la indigestión
La herbolaria es la madre de la medicina tradicional. Según el conocimiento empírico, son muchas las plantas que ayudan a combatir problemas intestinales, mismas que se pueden preparar en infusión y tomar a lo largo del día.
Zacate o té limón
Manzanilla
Epazote de zorrillo
Jengibre
Menta
Té verde