Sus propiedades nutricionales, entre las que destaca su poder energético, hacen que sean altamente recomendados para los deportistas, pues al tener un elevado contenido en hidratos de carbono, son un alimento ideal para aquellas personas que pueden necesitar un extra de energía.
De hecho, en Grecia lo consideraran un manjar, de tal manera que, los ganadores de las Olimpiadas, recibían higos como premio y eran coronados con hojas de higuera. También se dice que era el fruto preferido de Platón, por esta razón se le conocía como “la fruta de los filósofos”.
En México, el cultivo de esta infrutescencia, no es tan relevante, como el maíz o frijol, sin embargo, es un producto que tiene mucho potencial en el país, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Se cree que el higo fue introducido por los misioneros franciscanos españoles, quienes colocaron diversas plantas en los atrios de las iglesias en estados como Hidalgo, Guanajuato, Morelos, San Luis Potosí y Zacatecas.
Hoy en día, añade la Sader, estos árboles pueden encontrarse en la mayoría de los estados del país, ya sea bajo cultivo o creciendo de forma natural; mientras que de manera comercial, el higo tiene presencia en 15 entidades, siendo Morelos el de mayor superficie cosechada, seguido de Baja California Sur y Veracruz.
Este fruto, además de sus propiedades nutricionales, aporta energía, cuida el intestino gracias a su alto contenido de agua y fibra; favorecen la densidad ósea; ayuda a controlar la hipertensión, debido a su aporte en potasio y magnesio.
¿Sabías que…?
- Los higos secos triplican las calorías de los frescos pero también aumentan sus contenidos de potasio, fibra y magnesio, por lo que se recomiendan en casos de anemia o debilidad física.
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