La piel enrojecida luego de comer frutos secos o los estornudos durante el cambio de estación son dos de las alergias más populares entre los seres humanos, las cuales pueden afectar a personas de todas las edades y su incidencia ha ido en aumento en los últimos años.

A propósito del Día Mundial de la Alergia, que se conmemora cada 8 de julio, el área de divulgación de ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México explica por qué ocurre esta reacción de defensa del organismo contra sustancias externas a las que se es hipersensible, así como las posibles soluciones que tienen.

SOBRE LAS ALERGIAS

En primer lugar, ¿qué es una alergia? Se trata de una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas conocidas como alérgenos. Estas pueden entrar en contacto con el cuerpo al ingerirlas o inhalarlas.

¿A qué se puede ser alérgico? A todo.

Los alérgenos pueden ser cualquier elemento del ambiente, desde el polen y el polvo hasta ciertos alimentos y medicamentos. Entre los más comunes están el polen, el polvo, los ácaros, ciertos alimentos como nueces, mariscos, productos derivados de la lactosa y sustancias químicas.

Por lo regular, las alergias dependen de la predisposición hereditaria y del tipo genético de cada persona, además del ambiente en el que vive. La exposición continua a ciertos alérgenos puede desencadenar una reacción alérgica con el tiempo.

EL TRATAMIENTO

Hasta el momento, las alergias no tienen una cura definitiva. Sin embargo, existen tratamientos y medidas que pueden ayudar a controlar o minimizar los síntomas. Estos incluyen antihistamínicos, corticosteroides y otros medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas.

Por otro lado, existe la inmunoterapia, también conocida como desensibilización, la cual consiste en la administración gradual de dosis crecientes del alérgeno para reducir la sensibilidad del sistema inmunológico.

Evidentemente, cuando se conocen los motivos de alergia lo mejor es evitar el alérgeno para prevenir reacciones. Para quienes prefieren tratarse con remedios naturales antes que tomar fármacos, compartimos cinco maneras de disminuir los síntomas.

Vitamina C, indispensable

Desde niños nos han enseñado que la vitamina C es nuestra mejor amiga para evitar enfermedades respiratorias, pero nadie nos dijo que se trata de un antihistamínico natural.

Esta sustancia se puede obtener en las farmacias en forma de cápsulas, dulces o inyectables, sin embargo, de manera natural se encuentra en muchas frutas y vegetales; los más recomendados son: naranja, limón, guayaba, brócoli, tomates y calabaza.

Gracias a sus propiedades antinflamatorias y antioxidantes, estos alimentos resultan excelentes para contrarrestar los efectos de las alergias.

Bromelina, una exquisita opción

La bromelina es una enzima que se encuentra como suplemento alimenticio y, de manera natural, en el corazón de la piña.

Las investigaciones alrededor de esta sustancia indican que sirve para reducir la sensibilidad alérgica y la incomodidad en las vías respiratorias.

Asimismo, es buena opción para desinflamar la garganta.

Para emplearlo como antihistamínico, la bromelina se puede consumir directamente de la piña, ya sea en trozos o en jugo.

Prebióticos, fácil y rápido

Además de mantener un equilibrio saludable de las bacterias intestinales, los prebióticos se emplean para tratar alergias de manera natural.

Estos microorganismos han demostrado su eficacia para disminuir los síntomas de este padecimiento estacional, por lo que se recomienda consumir yogurt, que es el alimento natural con mayor contenido de ellos.

Jengibre

Sin más ni menos, el jengibre es la raíz más empleada en remedios naturales, pues sus propiedades no solo son benéficas para el cuerpo, sino también para tratar enfermedades.

Beber infusión de jengibre como agua de tiempo es perfecta para disminuir los síntomas incluso sin darnos cuenta.

Aunque vivir con alergias puede ser difícil, pues no en todos los cuerpos funcionan estos antihistamínicos naturales, lo ideal siempre será estar en contacto con el médico de cabecera y, de ser posible, evitar el alérgeno.