Dos pequeñas imágenes góticas de la Virgen relacionadas directamente con los hombres de la conquista reciben hasta la fecha un culto especial en el país: la Virgen de los Remedios y la Conquistadora, de acuerdo con el texto “Tlaxcala colonial” del cronista e historiador Luis Nava.
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La primera pertenecía al soldado Juan Rodríguez de Villafuerte, quien colocó la imagen en el templo mayor de México-Tenochtitlan. Mientras que la escultura de La Conquistadora acompañaba a Hernán Cortés, quien en un acto de distinción y reconocimiento la obsequió al indio cacique de Atlihuetzia debido a su valentía en las batallas que consumaron la conquista del actual territorio de México.
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Las crónicas narran que la imagen de la Virgen le fue arrebatada al cacique Acxotecatl por los frailes franciscanos debido a que este la mostraba como un triunfo bélico; ellos la llevaron poco después a la iglesia conventual de Puebla, donde se le comenzó a dar culto en la capilla del Beato Sebastián de Aparicio.
Una segunda representación está en Tlaxcala, donde es venerada la Virgen de la Asunción, que también es similar a la Virgen Conquistadora y de los Remedios.
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LA VIRGEN CONQUISTADORA
Se trata de una pieza de madera que mide escasos 42 centímetros de altura de carácter gótico, que retrata una advocación mariana con el Niño Dios en brazos. Su nombre, La Conquistadora, se refiere precisamente a la época en la que llegó al territorio.
“Tlaxcala colonial” detalla que la pieza no corresponde a un primer orden desde el punto de vista estético, sin embargo, eso no apacigua su importancia dentro de la escultura de la Nueva España, pues de imágenes como ésta, partió la iconografía mariana que se dio a partir del siglo XVI.
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Los detalles que mejor se aprecian de la escultura son el rostro de la Virgen con una inexpresiva ingenuidad, así como el gran manto que la cubre hasta los pies. El manto está trabajado al estilo gótico, sobre todo en los pliegues que denotan total naturalidad. Por su parte, la figura del Niño es la parte menos detallada.
Esculturas del tipo de La Conquistadora debieron ser comunes en toda América, en el momento donde se fundió la cultura europea, señala finalmente en su crónica Luis Nava.
SOBRE EL CACIQUE ACXOTECATL
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Acxotecatl, el cacique que recibió la figura, fue padre de Cristóbal, uno de los tres niños mártires de Tlaxcala.
El ahora beato mártir de Tlaxcala fue educado en la escuela para niños nobles de los franciscanos. Se dice que era un fiel seguidor de la doctrina cristiana y, al igual que los frailes franciscanos, esperaba convertirse en un promotor de la fe; sin embargo, su voz no era tomada en cuenta.
Ante la negativa, Cristóbal comenzó a tirar y romper los ídolos de su padre, así como el pulque con que se emborrachaba. Enardecido por los efectos del alcohol e influenciado por sus vasallos, Acxotecatl golpeó a su hijo Cristóbal brutalmente con un garrote y después lo arrojó al fuego.