Cuando era niña, Marianela Vázquez creyó atrapar con sus manos a una luciérnaga que reposaba sobre los campos de cultivo en Tzompantepec. La oscuridad de la noche no le permitió ver que por sus dedos se arrastraba la larva de un Phrixotrix hirtus conocido coloquialmente como gusano ferrocarril. Al llevar a su ‘luciérnaga’ al interior de la casa para mostrarla a su familia, se llevó la sorpresa de que se trataba de un pequeño ser blanco muy poco estético.
Lee más: ➡️Disminuyó presencia de luciérnagas en Nanacamilpa: UATx
A pesar de no estar registrado como una especie endémica de México, estos animales solían verse con frecuencia en zonas templadas y boscosas de nuestro estado, de acuerdo con los vecinos de Tzompantepec. Aunque actualmente es casi imposible verlos.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes
Lo más admirable de la larva del gusano ferrocarril son los 22 focos de luces verde amarillentas emitidas por sus órganos luminosos en el cuerpo y el rojo muy vivo en su cabeza, de ahí su nombre común.
Pero el Phrixotrix hirtus no es el único insecto que ha tenido avistamiento en nuestro territorio, el Pyrophorus noctilucus también se ha confundido con la popularidad y abundancia de la luciérnaga.
Te recomendamos: ➡️Expertos de la UATx monitorean hábitat de luciérnagas
El llamado “tucu tucu” es una especie de escarabajo de unos tres centímetros de longitud con dos manchas amarillentas a los lados del tórax por las cuales despide de noche una luz azulada bastante viva, de acuerdo con la revista Muy interesante. Esta luminosa especie pasa el día en el bosque al refugio del calor, y alza su vuelo al atardecer.
La bioluminiscencia no es magia, es química
Las luciérnagas, los gusanos ferrocarril, los “tucu tucu” y miles de especies más utilizan la bioluminiscencia en sus procesos de reproducción para obtener alimento o para defenderse de sus depredadores. Pero lo que pudiera parecer magia, en realidad es un complejo proceso químico que inicia con su respiración.
Cuando absorben oxígeno, el cuerpo de los insectos lo combina dentro de las células especiales que contienen con una sustancia llamada luciferina (la cual producen en cantidades específicas por temporada y reacciona produciendo luz sin apenas generar calor.
Sigue leyendo:➡️Ecoturismo, peligro para las luciérnagas reporta estudio de la UNAM
Según explican las biólogas de Mándarax, el aumento o reducción de luz funcionan gracias a un mecanismo que funciona similar a un mechero. Los insectos logran regular la cantidad de luciferina que emplean dependiendo de sus necesidades.
Por esa razón, cuando vas a un bosque de luciérnagas juegas las probabilidades de ver cientos de luces volando alrededor de ti o apenas algunas decenas. Recuerda que están cuidando sus reservas de luciferina y ¡no las hagas gastar!
No te puedes perder: ➡️Entérate. Luciérnagas podrían estar en peligro de extinción, revela un reciente estudio
Video
https://www.youtube.com/watch?v=1nvtUjsx6z0