La falta de dinero es una de las razones más citadas por los mexicanos mayores de 18 años que optan por no leer, de acuerdo con datos de El Módulo sobre Lectura (Molec), perteneciente al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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En la última encuesta levantada por el Molec (2022) el promedio de libros leídos por la población fue de 3.9. Aunado a lo anterior, en el país se ha popularizado la venta de libros de segunda mano para facilitar el acceso a ellos, levantar las cifras y darle un giro al negocio editorial.
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Tal es el caso del profesor Daniel Pérez, quien desde hace algunos años adaptó el patio de su casa como un bazar de libros, revistas y enciclopedias sobre la avenida Juárez, en Tlaxcala, con la intención de que “circule” la lectura entre la población tlaxcalteca.
Novelas, poemarios, biblias, textos académicos y de interés general se asoman entre los estantes y mesas que recubren lo que solía ser una cochera a 50 metros del Teatro Xicoténcatl.
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En charla con El Sol de Tlaxcala, el maestro Demetrio Arias, colaborador del bazar, explica que hace falta convertir la lectura en un acto comunitario en Tlaxcala, pues "entre lectores existe entendimiento”. En ese sentido, su compromiso es brindar atención especializada a las decenas de transeúntes que lo visitan diariamente; sugiere, recomienda y orienta lecturas que van de los 10 hasta los 500 pesos.
Aquí en el bazar le compartimos nuestro acervo cultural al público, lo que nosotros hemos leído y les recomendamos dependiendo lo que busquen y con qué se identifiquen, comentó.
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Títulos como Persona Normal de Benito Taibo, Don Juan Tenorio de José Zorrilla o El Principito de Antoine de Saint-Exupéry se venden, por lo menos, a mitad del precio que adquieren al imprimirse.
Ya que los textos ofertados provienen de diversos orígenes, también es común encontrar revistas de hace años como los primeros números de Arqueología mexicana o libros especializados como La democracia en México de Pablo González Casanova.
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Finalmente, Demetrio defendió que se debe mantener la tradición del libro físico ya sea nuevo o de segundo uso; no obstante, el último caso lo considera una forma más cercana de lectura, ya que
puedes encontrar anotaciones de otros lectores, dedicatorias o apreciaciones que complementen tu experiencia lectora
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Además, “con un buen chocolate o café, el libro físico se disfruta desde su aroma”, recomendó.
Si estás buscando una opción accesible para comenzar a leer no dudes en visitar a Demetrio, el lugar abre todos los días de 9:00 a 17:00 horas. O, si lo deseas, también puedes llevar los libros que ya no ocupes para continuar el “tráfico” de la Literatura.
