Temidas por algunos y amadas por otros, las lombrices de tierra son pieza fundamental para la salud de los ecosistemas. Con su trabajo ingenieril en el suelo, estos pequeños invertebrados cumplen funciones esenciales en la fertilidad de la tierra, la descomposición de materia orgánica y el reciclaje de nutrientes.
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Como todas las especies animales, las lombrices también representan un importante eslabón en la cadena alimenticia, de manera que su presencia en la tierra es necesaria para la vida de aves, marsupiales, reptiles, entre otros ejemplares.
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SOBRE LAS LOMBRICES
Las lombrices viven mayormente en suelos húmedos, donde excavan una compleja red de túneles que les sirve de refugio y, al mismo tiempo, mejora la estructura del suelo. Pasan la mayor parte del tiempo debajo de la superficie, moviéndose para buscar alimento: hojas en descomposición, residuos vegetales y microorganismos presentes en el suelo. A través de este proceso, ingieren materia orgánica, la digieren y luego la expulsan en forma de humus, una sustancia rica en nutrientes.
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Las lombrices son hermafroditas, lo que significa que cada individuo posee tanto órganos reproductores masculinos como femeninos. Aunque son capaces de autofertilizarse, por lo general se aparean con otras lombrices, lo que asegura una mayor diversidad genética. Cabe señalar que pueden vivir entre 4 y 8 años en condiciones óptimas.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA
La actividad de las lombrices tiene un impacto directo en la salud de los suelos y el crecimiento de las plantas. Al excavar túneles, mejoran la aireación y el drenaje del suelo, lo que favorece el desarrollo de las raíces. Esto es especialmente beneficioso en suelos compactados, donde el agua y el oxígeno no circulan con facilidad.
Las lombrices también son expertas en la descomposición de materia orgánica. Su sistema digestivo transforma restos vegetales en humus que dota de nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio a las plantas. Este humus también mejora la retención de agua en el suelo, con lo que los cultivos se vuelven más resistentes a la sequía.
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Su acción también estimula la actividad microbiana, pues al digerir y mezclar el suelo, promueven la proliferación de bacterias y hongos beneficiosos. Estos microorganismos, a su vez, ayudan a descomponer aún más la materia orgánica, así como a combatir plagas y enfermedades.
¿LO SABÍAS?
- Las lombrices son capaces de sobrevivir a grandes cantidades de agua y emerger a la superficie en épocas de lluvia intensa.
- Una lombriz puede comer hasta su propio peso en tierra diariamente.
- Aunque no tienen ojos, las lombrices son sensibles a la luz y las vibraciones, lo que les ayuda a detectar amenazas.
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