Las altas temperaturas de la temporada hacen que el agua no dure mucho tiempo fresca; sin embargo, la solución se encuentra en una de las artesanías más tradicionales de nuestro estado: la alfarería de barro.
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Los famosos patitos de Atlahapa son perfectos para mantener la temperatura ideal de los líquidos y la respuesta está en su textura porosa al ser elaborados con arcilla.
Los especialistas explican que el agua se evapora lentamente a través de las paredes y que es esa evaporación la que permite que los líquidos se mantengan a una temperatura más fresca que el ambiente.
Artesanos también refieren que las características patitas de estas piezas hacen posible que el agua contenida no entre en contacto directo con la superficie donde se coloca y, de esta manera, se mantiene su frescura.
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Si has decidido conservar líquidos en este tipo de vasijas es necesario que te asegures que no hayan sido esmaltadas con algún producto permeable, ya que la pieza perdería porosidad y, por lo tanto, su capacidad de mantener una temperatura menor a la del exterior.
Además de esta cualidad, también es común escuchar que el almacenamiento en barro da al agua un sabor muy peculiar, por lo que muchos prefieren estas piezas a las botellas de plástico; y de paso, ayudas a la conservación de los talleres artesanales de nuestro estado.