De acuerdo con National Geographic, el demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) tiene el tamaño de un perro pequeño, es musculoso y robusto; se trata del marsupial carnívoro más grande que queda en el mundo.
Australia continental tiene una superficie de 7.592 millones km². Hace tres mil años, llegaron súbitamente una gran cantidad de dingos, un tipo de perro salvaje no endémico del lugar, es decir, que no forma parte de su ecosistema natural. El descontrol de propagación de dingos fue una grave amenaza para los demonios de Tasmania, su principal alimento.
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Por otra parte, la Enfermedad del Tumor Facial del Diablo (DFTD por sus siglas en inglés), se esparció por todo el continente dejando al marsupial a la orilla de la extinción. El primer caso documentado de este cáncer se registró en Australia en el año 1995, y aunque pueda resultar extraño, es contagiosa.
Esta se extiende por transmisión directa de las células cancerígenas vivas a través de las mordeduras y heridas que se infligen los animales en la cara durante los percances y desavenencias que exhiben a la hora de alimentarse y aparearse. Se trata de una forma mortal, muy agresiva y transmisible de cáncer facial que se encuentra en el 95% del rango geográfico del animal y la cual se estima que es responsable de la disminución del 80% de todas las poblaciones de la especie.
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En medio de la preocupación de las autoridades zoológicas para recuperar a la emblemática especie, las reservas naturales fortalecieron el plan de reproducción lejos de estos peligros y actualmente se introdujeron 26 animales a su hábitat natural luego de 3 mil años sin avistarlos.
La reinserción de demonios de Tasmania resulta, de acuerdo con los conservacionistas, una de las mayores aplicaciones contra la extinción en el mundo, pues la reproducción del ruidoso animalillo no es tarea sencilla. Se planea que en los próximos 2 años se liberarán dos grupos de 20 demonios cada uno desde el Refugio de Fauna de Barrington, al norte del parque nacional Cumbres Barrington, ubicado al noreste de Sídney.
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Los marsupiales carnívoros representan una importancia ecosistémica interesante: son depredadores para especies invasoras como el zorro o el gato, cuyo mal manejo ha sido una gran amenaza para la conservación del territorio australiano. Se calcula que casi 25 mil demonios viven aún en la isla de Tasmania (alejada del continente australiano).
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