Matlalcuéyetl, leyenda tlaxcalteca que inspiró la rutina del equipo mexicano de natación artística en París 2024

Cuenta la tradición oral que Matlalcuéyetl era la diosa de las aguas

Mónica Vargas / El Sol de Tlaxcala

  · miércoles 7 de agosto de 2024

Las nadadoras olímpicas siguieron una rutina que emula la historia de esta diosa prehispánica. Foto: Cortesía / ESTO

El equipo mexicano de Natación Artística concluyó su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 con una histórica actuación inspirada en una antigua leyenda tlaxcalteca: la de Matlalcuéyetl.

Luego de 28 años sin que el país tuviera representación en esta disciplina por equipo, las nadadoras olímpicas siguieron una exquisita rutina sonora con trajes que emulan la historia de esta diosa prehispánica.

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La tradición oral dicta que Matlalcuéyetl (cuyo nombre provienen del náhuatl Matlalkweyeh, que significa “La de la falda azul”) era la diosa de la lluvia y las aguas terrestres en Tlaxcala. Con la llegada de los españoles, se sustituyó por el nombre de Malinche, que ya cobraba gran popularidad, aunque se le seguía emparentando con el dios de la lluvia prehispánico: Tlaloc. No obstante, existe una romántica narración donde es protagonista en su faceta como mujer.

LA LEYENDA

Hace cientos de años vivía en la región de Tlaxcala un guerrero valiente al que se le conocía con el nombre de Cuatlapanga, quien estaba enamorado locamente de una bella mujer llamada Matlalcuéyetl.

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Cuatlapanga deseaba casarse con ella, pero su amo no estaba de acuerdo con ese amor y para evitar que se consumara el matrimonio, el guerrero fue sometió a diversas pruebas que lo mantuvieron alejado de su amada por varios meses.

Él, ante la imposibilidad del tiempo, prometió desposar a su prometida cuando regresara de una misión que le habían encomendado. Para su mala fortuna, un rumor comenzó a circular entre los poblados respecto a la supuesta muerte del guerrero.

Las habladurías llegaron hasta oídos de Matlalcuéyetl, quien murió de tristeza con la noticia. Así, el guerrero fue hasta su tumba a llorar hasta convertirse en piedra.

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Por esta razón es que hoy se puede apreciar al guerrero hincado entre los municipios de Teacalco y San Antonio Cuaxomulco a las faldas del volcán Matlalcuéyetl, conocido también como La Malinche.

PARA SABER MÁS

Matlalcuéyetl es un volcán que perteneció hasta 1899 en su totalidad a Tlaxcala; es la sexta con mayor altura del país con 4 mil 461 metros sobre el nivel del mar y también fue sitio religioso en la época prehispánica y es regulador del ciclo de lluvias para la región.

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La forma más apropiada (o cercana en nuestro español actual) de llamar al volcán es “Malinche”, sin embargo, de acuerdo con la tradición, muchas personas la siguen llamando “Matlalcueye” o “Malintzi” y, como tantas palabras, forman parte de una lengua viva que evoluciona conforme la sociedad lo hace.