La generación actual de jóvenes mexicanos ha tomado una postura distinta frente a la idea de tener hijos al considerar diversos factores que afectan su decisión de no procrear. Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre las principales preocupaciones están el panorama económico incierto, el deterioro ambiental, la sobrepoblación y la inseguridad.
El cambio en la mentalidad de los jóvenes no es un fenómeno aislado, sino una respuesta consciente a las dificultades y desafíos que enfrentan. Estas inquietudes están reflejadas en las cifras recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que muestran una reducción en los nacimientos en el país.
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La Estadística de Nacimientos Registrados, publicada por el INEGI el 25 de septiembre de 2023, muestra una disminución del 3.7 % en los nacimientos con respecto al año anterior, lo que equivale a 70 mil 500 nacimientos menos en comparación con 2022. En una década, la caída ha sido notable: en 2023 se registraron 1 millón 820 mil 888 nacimientos, una cifra considerablemente menor a los 2 millones 463 mil 420 que se contabilizaron en 2014.
LA CARGA EMOCIONAL Y LA CRISIS ECONÓMICA
Para los jóvenes entrevistados por Gaceta UNAM, la decisión de no tener hijos está fundamentada en el análisis de su entorno y de lo que implicaría traer una nueva vida a un mundo en constante crisis económica.
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Además del aspecto económico, el bienestar emocional también es un tema clave. Algunos jóvenes, como Camila Zuñiga Hernández, crecieron en ambientes de violencia y temen replicar esos patrones si se convierten en padres. Para ellos, la crianza no solo es una cuestión de recursos materiales, sino de salud mental y emocional. Andrea Penélope Guerrero también menciona que no siente que tenga la capacidad de educar emocionalmente a un hijo, lo cual es fundamental para criar adultos funcionales.
UN MUNDO SOBREPOBLADO Y DETERIORADO
La preocupación por el medio ambiente es otro de los factores importantes que influyen en esta decisión. El crecimiento de la población y la consecuente presión sobre los recursos naturales hacen que algunos jóvenes, como Rocío Rosales Lara, opten por no tener hijos. Viridiana García Aparicio menciona que “el mundo está sobrepoblado y esto ocasiona que los recursos naturales cada vez sean más limitados”. A esta inquietud se suma el temor por el cambio climático y las condiciones ambientales adversas que podrían enfrentar las próximas generaciones.
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INSEGURIDAD Y ENFERMEDADES HEREDITARIAS
La inseguridad también juega un papel crucial. Citlally Chávez Hernández expresa su preocupación por el nivel de violencia en el país, especialmente hacia las mujeres, lo que le genera incertidumbre sobre la posibilidad de tener hijas. A esto se suman las consideraciones sobre la salud, tanto física como emocional. Algunos jóvenes, como Daniela Hernández Hernández, no desean heredar enfermedades que padecen, lo que los lleva a descartar la idea de procrear.
PRIORIDADES PERSONALES Y PROFESIONALES
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Finalmente, muchos jóvenes prefieren invertir su tiempo y recursos en su desarrollo profesional y personal, como afirma Juan Pablo Tovar Sánchez. Tener hijos no es compatible con sus objetivos profesionales, que incluyen terminar sus estudios, viajar o adquirir propiedades. Para ellos, la vida sin descendencia les ofrece mayor libertad para disfrutar de sus propios intereses y metas.
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