Muchos fieles mantienen la tradición de no comer carne roja durante los viernes de cuaresma, así como los días que comprende la Semana Santa; en su lugar, optan por consumir pescado y mariscos, pero ¿de dónde viene esta práctica?
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En primer lugar, hay que considerar a la abstinencia de carne como una renuncia voluntaria al placer. No se trata de un tipo de carne u otra, sino de la mesura para evitar el goce desde el paladar, explicó el padre Netzahualcóyotl Xochitiotzin a este Diario.
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De acuerdo con el cura, la carne es un producto considerado de opulencia desde la antigüedad y, por ende, un lujo del que se puede prescindir. Por su precio, la carne se considera como un 'gusto'. En cuanto al pescado, antes su costo era menor y, por lo tanto, era más común su consumo.
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Aunque esta relación de precios ha cambiado con el paso del tiempo, la tradición se mantiene firme durante la celebración religiosa.
Por otro lado, las llamadas “carnes rojas” representan el cuerpo de Cristo crucificado, según la Biblia. Jesús en la cruz, tenía todo su cuerpo completamente lleno de Sangre, por eso él es “la vaca roja”.
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En lo que refiere al pescado y mariscos hay una gran diferencia, estos son limpios y representan la penitencia y honra de los creyentes a la muerte de Jesús.
A lo anterior, Xochitiotzin agregó que la penitencia es especialmente para Semana Santa, pero la Iglesia sugiere aplicarla todos los viernes del año.
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Además de considerar que la abstinencia implica no sólo privar al gusto de la carne, sino de otros alimentos exquisitos, como la comida rápida, los dulces y refrescos, ya que la idea principal es acompañar a Jesús en su dolor durante el camino de la cruz.
