¿Cuál es la causa de este tipo de movimientos? ¿Por qué se tiene la impresión de que en CdMx ahora hay más temblores locales que antes? se cuestiona en el portal Gaceta UNAM.
A lo anterior, Luis Quintanar Robles, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica indica que el motivo principal de los constantes sismos de baja magnitud son las fallas geológicas activas en el subsuelo del Valle de México.
Los temblores ocurren sobre las ya preexistentes, y para que haya uno en un determinado punto debe haber abajo una falla activa.
Es decir, el Valle de México está atravesado por una serie de fallas (ya cartografiadas por el Instituto de Geología, que cuando son activadas por acumulación de esfuerzos, dan lugar a la sismicidad local.
Los sismos locales son de baja magnitud debido a que la longitud de las fallas que los originan no es tan grande como la de las localizadas en las costas del Pacífico.
Por otro lado, añadió el especialista, cuando uno de gran magnitud ocurre fuera del Valle de México, especialmente en las costas del Pacífico, el subsuelo de la capital resiente la llegada de sus ondas (por lo general, muy energéticas), lo que puede ocasionar que las pequeñas fallas preexistentes se activen y desencadenen los temblores de baja magnitud que se sienten después.
Como ha habido fallas del subsuelo del Valle de México desde hace miles de años, los sismos de baja magnitud en la capital no han dejado de presentarse a lo largo de su historia. Aunado a la población, se tiene la impresión de que ahora hay más que antes.
Lo anterior ocurre por la sobrepoblación; hace 20 o 40 años si un temblor de baja magnitud golpeaba una zona poco habitada pasaba inadvertido; pero, en la actualidad el Valle de México está densamente poblado, así que cualquiera que ocurra aquí, por leve que sea, se sentirá por una parte de la población proporcionalmente mayor.
Además, antes sólo se contaba con una estación sismológica (la de Ciudad Universitaria); ahora el Servicio Sismológico Nacional tiene 30 estaciones de banda ancha en el Valle de México, las cuales permiten detectar casi cualquier movimiento y reportarlo.
- *Con información de Gaceta UNAM
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