El hecho de que numerosos productos alimenticios implementaran su línea “light”, no siempre quiere decir que sean más saludables. De hecho, algunos de ellos han sido estudiados y no demuestran ni siquiera ser mejores que los normales.
En ese tenor, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a través de su revista mensual, publicó un estudio donde se analizaron productos de diversas marcas con el objetivo de ilustrar qué tan engañosas resultan etiquetas como “ligero”, “sin azúcar”, “reducido en grasa”, “sin calorías” o “bajo en grasa”.
En el estudio se tomaron en cuenta refrescos, frijoles, mermeladas, cajetas, jarabes, leches, polvos para preparar gelatina, aderezos, entre otros. Algunos resultados que llamaron la atención fueron los siguientes:
Refrescos:
Estas bebidas saborizadas, regularmente están endulzadas con sacarosa o jarabe de maíz de alta fructuosa que proveen altas calorías. Sin embargo, la industria ha modificado los contenidos de azúcares adicionándolos de edulcorantes, logrando una reducción del aporte calórico hasta un 100%. Los endulcorantes más utilizados son mezclas de aspartame y acesulfame K, mismos que pueden ser tan adictivos como el azúcar y no son recomendables en niños.
De tal modo que Coca Cola light, Peñafiel sin calorías, Pepsi light, Big Cola sin calorías, Sangría light y Squirt light no aportan calorías, pero contienen endulcorantes.
Otras bebidas:
El néctar de frutas, bebidas de soya y de arándano, reducen su aporte calórico, pero aún contienen azúcares. Es importante no irse con la finta y tener cuidado con la cantidad ingerida.
Ejemplo de ello son Jumex bajo en calorías, que reduce hasta 64% el aporte calórico que en su versión natural; Ocean Spray Light Bajo en Calorías logra un 92% y Ades reducido en azúcar hasta un 31%.
Leches:
Marcas que tienen en su etiqueta la palabra “ultrapasteutizadas” como Alpura, Lala, Santa Clara, Lyncott y Borden, han logrado una reducción significativa de su aporte calórico, siendo Alpura la más alta en porcentaje con 42%, contrastada por la más baja, Lyncott con 32%.
Llama la atención el producto de nueva generación de Lala, donde su anuncio va dirigido al incremento proteico y la reducción calórica. Lo cual resulta incoherente con el resultado de su estudio, que demostró únicamente se reduce al 17%.
Mermeladas, cajetas y jarabes:
Los acompañantes dulces favoritos de muchos hogares están irremediablemente elaborados con azúcar; no obstante, algunas marcas han trabajado para reducir su aporte calórico. Tal es el caso de la mermelada SMUCKER´S Sin azúcar, que logra una reducción de 59%.
En cuanto a las cajetas, el estudio revela que no se logra una reducción considerable; la cajeta CORONADO Reducida en azúcar solo disminuye 10% y Las Sevillanas Sin azúcar lo reduce 0%. No te dejes engañar.
Para los jarabes, aún hay esperanza, pues D´Gari reduce su aporte calórico 100% y Karo light hasta un 90%.
Frijoles:
Las marcas de frijoles enlatados no tuvieron una reducción calórica importante. El mayor fue La Sierra sin grasa con 47% de pérdida de aporte calórico.
Mayonesas:
La mayonesa tiene altos contenidos de grasa, que es su mayor contribución energética.
En este apartado, la marca mejor apuntalada fue con 63%, La Costeña, y la menor, con 9%, HELLMANN´S.
Polvos para preparar gelatinas:
Finalmente, en cuanto a gelatinas, la marca JELLO Cero Baja en calorías fue el único producto de la lista que no aporta calorías y cumple al 100% con lo establecido a la etiqueta.
Con los resultados obtenidos del estudio nos damos cuenta de que los alimentos “light” no hacen que bajes de peso. Si bien su aporte energético puede ser inferior respecto a su referente convencional, algunos de ellos, por su naturaleza, contienen grasas y azúcares.
Además, es importante leer la cantidad de porciones por envase, pues muchos productos pueden resultar engañosos, ya que el contenido neto puede contener hasta más de 5 porciones. Lo que obliga al consumidor a multiplicar las grasas y azúcares por el número de porciones y así obtener el resultado real.
Ningún alimento por sí solo engorda, debes encontrar el balance entre el consumo y desgaste de calorías diarias.
Leer las etiquetas del producto y sellos implementados por la Secretaría de Salud, pueden darte una pauta de lo que estás consumiendo, guiar tus compras y mejorar tu estilo de vida.
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