Entre los lugares más poblados de flora y fauna en Tlaxcala, sin duda se encuentra el Parque Nacional Malinche, en donde destacan su amplia variedad de reptiles. Estos seres fascinantes y muchas veces mal comprendidos son una pieza clave en el equilibrio ecológico de la región.
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Juan Manuel Díaz García, investigador y fotógrafo del Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), ha documentado algunas de las especies más representativas del parque para revelar la riqueza y complejidad de su fauna reptiliana.
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LAS ESPECIES
Culebra listonada de montaña cola larga (Thamnophis scalars)
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Con su elegante patrón de líneas longitudinales, la culebra listonada de montaña cola larga es un espectáculo en movimiento. Esta especie no venenosa se alimenta principalmente de pequeños anfibios y peces, y su presencia indica un ecosistema acuático saludable.
Culebra parda mexicana (Storeria storeroides)
La culebra parda mexicana, con su discreta coloración marrón, es una maestra del camuflaje. Su dieta consiste en insectos y pequeños invertebrados. Como depredadora, juega un papel crucial en el control de plagas naturales. Esta especie se puede encontrar en hábitats húmedos y boscosos del parque.
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Cascabel transvolcánica (Crotalus triseriatus)
El sonido inconfundible de la cascabel transvolcánica es una advertencia de su presencia. Esta especie venenosa, aunque temida, es vital para mantener bajo control a las poblaciones de roedores. Su veneno, objeto de estudio médico, tiene aplicaciones potenciales en el tratamiento de enfermedades humanas.
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Cascabel pigmea mexicana (Crotalus ravus)
Menos conocida pero igualmente importante, la cascabel pigmea mexicana es otra habitante venenosa del parque. De tamaño relativamente pequeño, su veneno es altamente tóxico y su conservación es crucial debido a su papel ecológico y a las amenazas que enfrenta por la pérdida de hábitat.
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Lagartija espinosa llanera (Sceloporus aeneus)
La lagartija espinosa llanera, con su cuerpo robusto y espinas dorsales, es un reptil adaptado a los climas secos y rocosos. Se alimenta de insectos y su presencia es un indicador de la salud del ecosistema del parque.
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Lagartija espinosa mexicana (Sceloporus spinosus)
Similares en apariencia a la lagartija espinosa llanera, las lagartijas espinosas mexicanas se distinguen por su adaptación a distintos tipos de hábitats, desde bosques hasta zonas áridas. Son esenciales para el control de poblaciones de insectos y otros pequeños invertebrados.
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Camaleón de montaña (Phrynosoma orbiculare)
El camaleón de montaña es una de las especies más comunes del parque. Con su capacidad para cambiar de color y su cuerpo cubierto de espinas, este reptil es un experto en la carrera por la supervivencia. Se alimenta principalmente de hormigas y otros pequeños insectos.
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Lagarto alicante de las montañas (Barisia imbricata)
Este lagarto de cuerpo alargado y escamas imbricadas es una joya de las montañas del parque. Ya que muchas veces se le conoce como escorpión venenoso, cabe recordar que no posee ningún tipo de toxinas peligrosas para las personas. Su dieta se compone de insectos y pequeños vertebrados, y su presencia indica un ecosistema montañoso bien conservado.
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Eslizón Chato (Plestiodon brevirostris)
El eslizón chato, con su cuerpo liso y brillante, es un reptil sumamente ágil. Habita en zonas rocosas y se alimenta de insectos y otros pequeños invertebrados. Su estudio proporciona valiosa información sobre la evolución y adaptación de los reptiles.
LA CONSERVACIÓN
El Parque Nacional Malinche es un refugio para estas especies y un museo vivo de la biodiversidad que México alberga.
La conservación de estos reptiles y su hábitat es crucial para mantener el equilibrio ecológico del parque, pues a través de una cadena alimenticia completa se asegura la supervivencia de especies, así como la limpieza de los espacios naturales.