Ranas y sapos: los anfibios de la temporada

En temporada de lluvia, estos anfibios son más prolíficos; su presencia es indispensable en el ecosistema

Mónica Vargas / El Sol de Tlaxcala

  · viernes 2 de agosto de 2024

La rana verde es el anfibio más prolífico en temporada de lluvias. Mónica Vargas / El Sol de Tlaxcala

La temporada de lluvia es el escenario perfecto para la propagación de distintas especies animales y vegetales. Las ranas y los sapos, por ejemplo, son anfibios característicos de esta época.

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ESPECIES CON DISTRIBUCIÓN EN TLAXCALA

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Con alrededor de 360 especies, México es quinto lugar en diversidad de anfibios. Sapos, ranas, salamandras, ajolotes y cecilias revelan el estado de conservación de los ecosistemas.

En Tlaxcala, se pueden encontrar diversas especies de ranas y sapos, entre las cuales destacan la rana de Moctezuma (Lithobates montezumae) y el sapo de caña (Rhinella marina). Sin embargo, la reina de las charcas en estos días es la rana verde.

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Debido a que permanece en el agua casi todo el año y coloniza rápidamente cualquier masa de agua, la rana común (Rana perezi), a diferencia de las ranas pardas, que son generalmente silenciosas y terrestres, es muy ruidosa y suele flotar en las charcas con la cabeza fuera del agua. También se la puede ver posada en piedras que sobresalen de la superficie o en rocas alrededor del estanque, donde toma el sol esperando la llegada de algún insecto. Si se siente amenazada, salta y se sumerge rápidamente hasta el fondo, donde permanece unos minutos antes de volver a la superficie para comprobar si el peligro ha pasado. Si el entorno es seguro, retorna a su lugar original.

La temporada de reproducción de la rana común comienza a principios de primavera. Durante esta época, los machos emiten croidos y se agrupan en grandes cantidades en los bordes de las charcas. Aquí es donde se producen los apareamientos y las hembras depositan entre 5 y 10 mil huevos negros de uno a uno y medio milímetro de diámetro, envueltos en una sustancia gelatinosa que los mantiene adheridos a las rocas del fondo. Al cuarto día, los embriones comienzan a moverse; al sexto, la envoltura gelatinosa se rompe y los renacuajos, de un milímetro de longitud y color amarillo grisáceo, empiezan a nadar.

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La metamorfosis de los renacuajos dura aproximadamente tres meses, aunque en ocasiones puede extenderse a tres meses y medio. Primero, desarrollan las patas traseras, luego las delanteras, mientras sus branquias se atrofian y dan paso a los pulmones. Finalmente, sus colas, que les ayudaban a nadar, se reducen hasta desaparecer. Al salir del agua, las jóvenes ranitas miden menos de dos centímetros, y muchas de ellas son devoradas por sus propios progenitores.

Debido al largo período reproductivo de esta especie, es común encontrar grandes larvas hibernantes de puestas tardías que no han completado su metamorfosis en un solo ciclo anual.

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IMPORTANCIA EN EL ECOSISTEMA

Las ranas y los sapos desempeñan un papel crucial en el ecosistema. Actúan como controladores biológicos, debido a que se alimentan de insectos y otros invertebrados, ayudando a mantener el equilibrio natural. Además, son indicadores de la salud ambiental, pues su presencia y abundancia reflejan la calidad del agua y del hábitat en general.

La protección de los anfibios se prevé en la NOM-059-SEMARNAT-2010 y en la lista roja de la IUCN, con el apoyo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).