Parques, plazas y tejados son visitados todos los días por parvadas de palomas que probablemente alguna vez tuviste la oportunidad de alimentar con las migas que dejaste caer del almuerzo. Sin duda las palomas ya forman parte del paisaje, pero ¿alguna vez te preguntaste por qué hay tantas?
Las palomas se han adaptado a las condiciones climáticas de las grandes ciudades y también permanecen cómodamente en el campo, donde tienen su paraje. Se considera que en la actualidad hay más de 400 millones de palomas en todo el mundo, pero si retrocediéramos 10 mil años en la historia, no encontraríamos ninguna.
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Origen de la sobrepoblación
El divulgador de ciencia Miguel Artime explica que los antiguos habitantes de Mesopotamia y Egipto hicieron que las palomas anidaran y se reprodujeran en sus tierras con una única razón: servir de alimento. Por aquel entonces, los pichones (las crías de las palomas) eran una fuente de proteína y grasa muy apreciada por la población, razón por las que comenzaron a cuidarlas, lo cual dio lugar a varias subespecies. Es por eso que hoy en día vemos tanta variedad en los colores de las palomas.
Más adelante, cuando llegaron las aves de corral a la dieta de las personas, los pichones dejaron de ser tan buscados. Sin embargo, ya se estaba consciente de las habilidades de orientación de las aves y los marineros comenzaron a transportarlas en sus barcos para notificar a tierra en caso de hundimiento. Su llegada a otros continentes repercutió sobre los habitantes hasta generar la colombofilia (el conjunto de técnicas de cría y entrenamiento de palomas por diversión).
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En ese sentido, fue inevitable que muchas de ellas escaparan y se comenzaran a criar al aire libre en nuestras ciudades alimentándose de cualquier cosa que desechemos los humanos y pequeños insectos que se encuentran casi en cualquier lugar.
Ratas con alas
La sobrepoblación de palomas en el medio urbano ha hecho que muchas personas las odien, pues ciertamente sus desechos pueden llegar a ser molestos y, en ocasiones, peligrosos para el estilo de vida de un citadino promedio; por esa razón, hay quienes las llaman “ratas con alas”.
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El concepto de “plaga” es muy distinto en estas especies. Las ratas y ratones son animales que se escabullen y, ante su difícil acceso, resulta complejo frenar su reproducción. En cambio, para controlar la natalidad de las palomas basta con obstruir los lugares donde tienden a anidar. Además, en condiciones normales, la hembra de rata produce por año hasta cinco camadas de seis a doce crías, mientras que las palomas tienen entre dos y cuatro crías al año, muchas de las cuales caen del nido como huevo o pichón y mueren devoradas o atropelladas.
Aunque son distintos los tonos de alerta por cada una de las plagas, se debe considerar atención con su interacción, pues entre las enfermedades propagadas por las palomas se encuentran: la Salmonelosis, Psitacosis o Clamidiosis y Alveolitis alérgica (neumonitis).
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Los estudios indican que los excrementos de paloma también pueden transmitir, cuando se inhalan, hongos Cryptococcus, responsables de enfermedades como la criptococosis (infección pulmonar) y la neurocriptococosis (infección del sistema nervioso central). Así que cuando se acumula el excremento, se recomienda humedecerlo antes de limpiarlos para evitar la formación e inhalación de polvo que pueda estar contaminado con hongos.
Las virtudes de las palomas
La revista Current Biology señala que Charles Darwin era un aficionado a las palomas y usó este ejemplo de diversidad dentro de una especie para transmitir sus ideas sobre la selección natural en El origen de las especies. Y no es para menos, pues se ha demostrado que estas voladoras confían en la posición del sol, la dirección y la intensidad del campo geomagnético y las señales olfativas cuando están lejos de casa, cambiando a la navegación de puntos de referencia visuales a medida que se acercan al palomar de casa, haciendo de su sentido de orientación uno de los más sofisticados.
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Otros experimentos han expuesto cómo las palomas son capaces de asignar objetos a distintas categorías y que sus mecanismos asociativos son los mismos que utilizan los niños para aprender palabras.
Las palomas son animales virtuosos, basta con tomar distancia de ellas para que esa plaga deje ser “peligrosa”.
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