Tener toda una farmacia viva en nuestro jardín es posible, pues en nuestro país somos afortunados por contar con una extensa variedad de plantas medicinales que han sido los remedios caseros desde nuestros ancestros.
Las plantas medicinales son relativamente sencillas de mantener en pequeños espacios o incluso en macetas, por lo que resultan una excelente opción para aliviar desde una tos, fiebre o dolor de cabeza.
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De acuerdo con la Secretaría de Salud, el 90 por ciento de la población mexicana ha optado, al menos una vez en su vida, por alguna de las cuatro mil 500 plantas medicinales que existen en México.
Aquí te presentamos algunas ideas para que comiences a incorporar a tu jardín una farmacia viva.
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Bugambilia. Esta flor, principalmente la de color magenta y roja, es utilizada para combatir la tos seca y para eliminar la mucosidad de las vías respiratorias, por sus propiedades expectorantes; además es un auxiliar para bajar la fiebre, por lo que esta planta es la más recomendada en té cuando presentamos un cuadro de gripe.
Otro de sus usos menos conocidos es el de la raíz de esta planta como antiséptico para combatir el acné, las infecciones de la piel y para ayudar a la cicatrización de heridas, para lo cual se deberá realizar una infusión y aplicarla en frío en las zonas afectadas.
Momo, acuyo, tlanepa o yerba santa. Además de ayudar a la disminución de la fiebre, esta muy socorrida planta es empleada desde tiempos prehispánicos para reducir el dolor estomacal; de hecho, se cuenta que, ya en la Colonia, los sacerdotes españoles la llamaron santa al sorprenderse con sus propiedades curativas.
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Al ser un excelente antiinflamatorio, también ayuda a mejorar la congestión respiratoria, el reumatismo y otro de sus grandes beneficios es que ayuda a mantener adecuados niveles de glucosa en la sangre.
Muitle, muicle o hierba de la virgen. Con esta planta se prepara un rico té de un especial color morado rojizo al que se le atribuyen propiedades para combatir la diarrea por ser un digestivo y antibiótico. Las infusiones de muicle también son empleadas como enjuague bucal, pues es un auxiliar en leves infecciones de la boca.
Cebolla. Además de su amplio uso en la cocina mexicana, la cebolla es un potente antibiótico y antifúngico, es decir que combate los hongos. Uno de sus usos, además de la infusión, es como purificador de las habitaciones; para ello se recomienda colocar trozos de cebolla en las esquinas de la habitación, a fin de atraer microorganismos nocivos.
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Vaporub. Su solo nombre popular, que remite al conocido ungüento, nos señala que esta planta es muy recomendada como auxiliar para descongestionar las vías respiratorias. Basta con poner a hervir un par de hojas en un litro de agua para respirar sus vapores medicinales.
También puede ser consumida como infusión caliente para combatir la tos e incluso se puede colocar esta misma infusión fría o tibia en las quemaduras o heridas leves de la piel, por sus propiedades antisépticas.
Manzanilla. El anti digestivo por excelencia. Sólo basta con beber una taza de té de manzanilla para aminorar las molestias por una comida en exceso. Al estar relacionada con el cuidado del estómago, la manzanilla también se toma como un auxiliar contra la gastritis y las úlceras gástricas. Además, por sus propiedades antisépticas, una infusión de manzanilla puede emplearse para la limpieza de piel, ojos y las cavidades de la nariz.
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Ahora que ya conoces todas estas propiedades puedes poner en marcha tu propia botica natural. Lo mejor es que todas estas plantas se dan muy bien en casi todos los climas y no requieren de grandes cuidados.