La frase popular de “llevarse como el perro y el gato”, que define la enemistad, no aplicó en dos mascotas de ese tipo que quedaron atrapadas por más de 24 horas dentro de un pozo en desuso en el municipio de Santa Cruz Tlaxcala.
Y que presumiblemente los aires levantaron la protección de lámina que cubre la añeja perforación para quedar al descubierto.
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Empero, los momentos juguetones de ambos animales terminaron mal, al caer a la cavidad de unos 15 metros de profundidad.
Los tutores de los animales no se dieron cuenta, hasta que comenzaron su búsqueda, después de percatarse de su ausencia.
Los hechos ocurrieron en un domicilio de la calle Trinidad Sánchez Santos, en el barrio Tetzotzocola de la cabecera municipal de Santa Cruz Tlaxcala.
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Y al sospechar que el canino y el felino estaban en el hoyo, los dueños reportaron el caso a las autoridades municipales, donde el alcalde David Martínez del Razo solicitó al coordinador de Protección Civil, Camilo Rodríguez Ramírez, atender de inmediato la eventualidad.
Ahí, cerca de las 21:00 horas del lunes pasado, constataron que ambas mascotas se encontraban en el fondo del pozo de una vieja construcción, pero por la oscuridad y el área mojada por la lluvia, no fue posible el rescate ese día.
Así que optaron por hidratar y alimentar a los animales, mediante una canastilla que fue bajada con lazos.
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Al día siguiente, ya con el personal de la coordinación de Protección Animal municipal, a cargo de Jesús Torres del Palo, en compañía de Martha Montiel González, auxiliar de la coordinación de Medio Ambiente, comenzó el auxilio para el perro y el gato.
Primero, el personal de Protección Civil jaló la cuerda para sacar la canasta donde suministraron comida y agua el día anterior, y sorpresa, ahí estaba echado el felino, que fue rescatado sin mayor complicaciones y en buen estado de salud.
Mientras que el canino siguió en el fondo del pozo, a la espera de su salvamento.
Así que sin pensarlo dos veces, el auxiliar de Protección Civil, Leopoldo Tetlamatzi Grande se ató el arnés para bajar al pozo y llegar hasta donde estaba el peludito.
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Lentamente fue el proceso, donde inspeccionaron cada instante las medidas de seguridad para salvaguardar las vidas del rescatista y del animal atrapado.
Al llegar al fondo del pozo, hubo rápida comunión entre el humano y la mascota, quien lo sujetó entre sus brazos para subir ambos a la superficie.
La historia tuvo un final feliz para todos, más aún para los propietarios de las mascotas, que nuevamente vieron a su perro y gato juntos, listos para volver a jugar.
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Eso sí, los tutores de los animales recibieron la recomendación de mantener a sus animales domésticos en resguardo y alejados del viejo pozo, que deberá de ser tapado para evitar algún otro percance donde cualquier vida peligre.
LA MORALEJA
“Llevarse como el perro y el gato”, frase que hace referencia a conflictos constantes entre humanos, la vida animal puso el ejemplo de armonía y convivencia sana, demostrada en la historia real de un canino y un felino atrapados, por juguetones, en un pozo de Santa Cruz Tlaxcala, que tuvo un final feliz al ser rescatados sanos y salvos.