El café soluble, también llamado instantáneo, es uno de los favoritos de los hogares por la facilidad con que se prepara. Los hay puros, mezclados con endulzantes e incluso descafeinados, pero ¿te has preguntado en qué características te enfocas para elegir uno?
Un estudio a distintas marcas de café soluble realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló algunos datos que debes conocer antes de elaborar tu lista del súper.
En primer lugar, debemos tener en cuenta cómo se hace el café instantáneo. El proceso inicia con la cosecha de las bayas de café, mismas que son lavadas y pulidas para quitarles la piel y de esta forma extraer los granos. Ya almacenados y sin cáscara, los granos de café son tostados a diferentes temperaturas, dependiendo la propuesta de cada marca. Inmediatamente, los granos pasan al molino donde se hace un concentrado de café diluido en agua caliente para obtener el extracto mediante el centrifugado y secado.
En este proceso el café pierde dos propiedades:
1. La humedad: durante el tostado el almidón se convierte en azúcar y las proteínas se destruyen.
2. El cafeol o aceite de café: la esencia del grano se pierde durante el procesamiento.
Durante el estudio de la Profecto, se analizaron 12 cafés solubles puros y 7 mezclados con azúcar; de los cuales se evaluó el cumplimiento de los productos con los requisitos de la NOM-051-SCFI/SSA-2010, así como el cumplimento con el contenido neto declarado, el número de azúcares totales y el almidón contenido. También se verificó que no tuvieran adulteraciones y, finalmente, la calidad del producto.
Legal, Nescafé, Golden Hills, Oro, Great Value y Los portales fueron algunas marcas que participaron en el estudio y se concluyó que ninguna contiene almidón y todas informan al consumidor sobre su contenido. Ninguno de los cafés solubles puros tuvo desviaciones a los parámetros evaluados y cumplen también su contenido neto y calidad sanitaria.
La única irregularidad fue la del café Golden Hills, el cual presentó una posible adulteración, pues resultan muestras de azúcar donde no debería de contenerla.
Para finalizar el apartado de la edición 527 de la revista mensual de la Profeco, se sugiere leer cuidadosamente las etiquetas de los productos, así como considerar la carga de cafeína consumida, ya que, aunque el contenido de la cafeína por una taza (200ml) de café soluble instantáneo, utilizando una cucharadita de 2g, puede tener 87 mg y el caso del descafeinado 4mg, la cantidad de cafeína en una taza depende de lo cargado que lo tomes.
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