Hace cinco años ser diagnosticado con cáncer de pulmón significaba una sentencia de muerte para el paciente, pero gracias a los grandes avances en la tecnología y medicamentos la esperanza de vida ha crecido exponencialmente, sostuvo Luis Antonio Cabrera, médico oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), durante el foro “Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón… Uno de los más mortales en México”, organizado por la agencia EFE.
“Afortunadamente hemos tenido un poco más de acceso a medicamentos y eso ha supuesto un cambio de paradigma, antes el diagnóstico del cáncer de pulmón era una sentencia de muerte (y eso se veía reflejado) no sólo en políticas, sino en población en general, (antes) era ya no hacer nada y decir ‘qué caso tiene hacer algo por un paciente cuando su esperanza de vida daba para tres o cuatro meses’.
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“Ahora el paciente, incluso en estadios avanzados, tiene la oportunidad, con la evidencia que tenemos, de que se puede volver a integrar y ser económicamente activo, que aunque tengan el cáncer de pulmón avanzado son pacientes que tienen la oportunidad de seguir trabajando”, aseguró.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de pulmón se encuentra entre las primeras cinco causas de muerte en México, es por eso que Jorge Alatorre, jefe de Servicio de Oncología Torácica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), destacó que la prevención juega un papel importante en el aumento de la esperanza de vida de las personas diagnosticadas.
Sin embargo, reconoció que por la naturaleza de la enfermedad esto sólo sucede en el 10 por ciento de los casos, mientras que el 90 por ciento restante es identificado en etapas avanzadas una vez que el paciente ya muestra síntomas de la enfermedad −tos persistente, dolor de pecho, dificultad para respirar, pérdida súbita de peso.
El especialista del INER destacó que mejorar las cifras de diagnóstico temprano, y algo que puede hacer la diferencia entre sobrevivir por varios años e incluso librarse completamente del cáncer de pulmón, en los años recientes se ha optado por la aplicación de tomografías de bajos niveles de radiación en personas que no manifiestan síntomas.
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Estas, detalló, se pueden recibir una vez al año para descartar anomalías en los pulmones que no son perceptibles para el paciente y, de ser el caso, posteriormente se realiza una biopsia la cual se analiza en un laboratorio especializado para determinar si es o no cáncer.
No obstante, Alatorre destacó que aún sin recibir estas tomografías y llegar con una enfermedad avanzada, actualmente existen más de 40 tipos de tratamiento a los que pueden acceder las personas para tratar su cáncer de pulmón, los cuales van únicamente desde la ingesta de medicamentos, en inmunoterapias, quimioterapias o en una combinación para ayudar al paciente a continuar con su vida.
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En este sentido, y pese a que por el momento los especialistas reconocen que la posibilidad de que una persona libre el cáncer de pulmón de manera permanente es muy baja, subrayaron que la esperanza de vida ha pasado, en apenas cinco años de investigación, de tres meses a los siete años después de un diagnóstico positivo, lo que para ellos supone un panorama prometedor en la atención a esta enfermedad.