/ domingo 10 de abril de 2022

Crea UNAM el OxiPuma para los enfermos de Covid-19

Los aparatos contarán con batería interna recargable en puerto USB-C, pantalla integrada y aplicación móvil

Después de una investigación que tuvo como fin la creación de oxímetros, la cual comenzó en plena segunda ola de la pandemia por Covid-19 a finales de 2020, los resultados generaron al OxiPuma que está en vías de registro para ponerse a la venta.

Se trata del proyecto “Oxímetros para el monitoreo de personas con la enfermedad de Covid-19”, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en convenio con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei) mediante la RED ECOS. El producto final se llama OxiPuma y será la empresa Trokar SA de CV la que lo lleve al mercado.

Sin embargo, aún faltan detalles que ajustar como la transferencia del prototipo a la compañía y que tenga cambios en las mediciones, lo que podría implicar una segunda etapa del convenio con la Sectei.

En la creación del prototipo participaron cuatro investigadores adscritos al Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM, seis estudiantes del posgrado de Ingeniería Eléctrica y dos estudiantes de licenciatura en Ingeniería en las actividades técnicas.

También colaboraron tres estudiantes del ICAT de doctorado en Ingeniería Eléctrica de la UNAM y tres de maestría de Ingeniería Eléctrica.

Los participantes entregaron 100 ejemplares a la Sectei para su análisis, validación de concepto y validación de prototipo por parte de usuarios. El primero quedó listo el 28 de diciembre de 2020, y cuatro meses después ya habían sido entregados siete productos; sin embargo, la Sectei determinó que la calidad del producto era insuficiente.

Fue hasta el 28 de septiembre de 2021 que se logró la fabricación de un prototipo avanzado, al cual se le llamó OxiPuma”.

Los aparatos contarán con batería interna recargable en puerto USB-C, con pantalla integrada y aplicación móvil.

El 13 de diciembre de 2021 se entregaron 82 prototipos del OxiPuma en la versión final mejorada, según comentarios de la Sectei y de la Secretaría de Salud local; los dispositivos cuentan con cargador USB, tienen una pantalla nítida que muestra los datos generados y, en caso de registrar una baja en la oxigenación, suena una alarma.

“Se mejoró substancialmente la calidad de manufactura y se introdujeron nuevos algoritmos para la estabilización de las mediciones, que completan los 100 comprometidos como entregables del proyecto. Estos se encuentran en resguardo en el ICAT permaneciendo a disposición para su entrega a conveniencia de la Sectei”, señaló la UNAM en respuesta a una solicitud de información realizada por El Sol de México.

Los ejemplares fueron acompañados por aplicaciones para teléfono móvil, resultados de un proceso extenso y exhaustivo de pruebas, parámetros de medición y los reportes (informes) correspondientes, “por lo tanto, el producto de este proyecto representa un primer paso en un proceso de hacer llegar a la población instrumentos accesibles para el monitoreo de variables de salud”, informó la UNAM.

Celia Sánchez Pérez, investigadora titular del ICAT en el grupo de dispositivos biomédicos, destacó que la pandemia convirtió en una necesidad el uso de oxímetros, porque las personas podían presentar síntomas graves de insuficiencia respiratoria y había que monitorearlos.

En entrevista con esta casa editorial, declaró que la necesidad de incluir un oxímetro en el botiquín familiar ya no va a desaparecer, sino que probablemente sea menos apremiante por la reducción de casos Covid-19. En el ICAT, había conocimiento previo del estudio de la oximetría gracias a un proyecto de cierre de heridas para personas diabéticas, y con ese antecedente, comenzó la elaboración del aparato, cuya creación empezó antes del convenio con la RED ECOS.

“Cuando inicia la pandemia, en 2019, el entorno internacional ya preveía que iba a llegar aquí. Empieza el primer confinamiento y la universidad comienza a recibir peticiones de en qué trabajar, porque ya se empezaban a escasear algunos insumos y porque se iba a poner un poco más dura la cosa y ahí se recibe la petición de crear oxímetros”, relató.

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Uno de los principales elementos que se decidió incluir en el OxiPuma fue un manual en español y que los términos fueran mucho más claros, sobre todo porque el uso del aparato no era habitual antes de la pandemia.

La especialista indicó que el proyecto permanece en mejora continua, inclusive se planea incluir más variables de medición como la temperatura corporal.

Una vez que se haga la transferencia del prototipo a la empresa Trokar, ésta debe de tramitar el registro ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.

Después de una investigación que tuvo como fin la creación de oxímetros, la cual comenzó en plena segunda ola de la pandemia por Covid-19 a finales de 2020, los resultados generaron al OxiPuma que está en vías de registro para ponerse a la venta.

Se trata del proyecto “Oxímetros para el monitoreo de personas con la enfermedad de Covid-19”, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en convenio con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei) mediante la RED ECOS. El producto final se llama OxiPuma y será la empresa Trokar SA de CV la que lo lleve al mercado.

Sin embargo, aún faltan detalles que ajustar como la transferencia del prototipo a la compañía y que tenga cambios en las mediciones, lo que podría implicar una segunda etapa del convenio con la Sectei.

En la creación del prototipo participaron cuatro investigadores adscritos al Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM, seis estudiantes del posgrado de Ingeniería Eléctrica y dos estudiantes de licenciatura en Ingeniería en las actividades técnicas.

También colaboraron tres estudiantes del ICAT de doctorado en Ingeniería Eléctrica de la UNAM y tres de maestría de Ingeniería Eléctrica.

Los participantes entregaron 100 ejemplares a la Sectei para su análisis, validación de concepto y validación de prototipo por parte de usuarios. El primero quedó listo el 28 de diciembre de 2020, y cuatro meses después ya habían sido entregados siete productos; sin embargo, la Sectei determinó que la calidad del producto era insuficiente.

Fue hasta el 28 de septiembre de 2021 que se logró la fabricación de un prototipo avanzado, al cual se le llamó OxiPuma”.

Los aparatos contarán con batería interna recargable en puerto USB-C, con pantalla integrada y aplicación móvil.

El 13 de diciembre de 2021 se entregaron 82 prototipos del OxiPuma en la versión final mejorada, según comentarios de la Sectei y de la Secretaría de Salud local; los dispositivos cuentan con cargador USB, tienen una pantalla nítida que muestra los datos generados y, en caso de registrar una baja en la oxigenación, suena una alarma.

“Se mejoró substancialmente la calidad de manufactura y se introdujeron nuevos algoritmos para la estabilización de las mediciones, que completan los 100 comprometidos como entregables del proyecto. Estos se encuentran en resguardo en el ICAT permaneciendo a disposición para su entrega a conveniencia de la Sectei”, señaló la UNAM en respuesta a una solicitud de información realizada por El Sol de México.

Los ejemplares fueron acompañados por aplicaciones para teléfono móvil, resultados de un proceso extenso y exhaustivo de pruebas, parámetros de medición y los reportes (informes) correspondientes, “por lo tanto, el producto de este proyecto representa un primer paso en un proceso de hacer llegar a la población instrumentos accesibles para el monitoreo de variables de salud”, informó la UNAM.

Celia Sánchez Pérez, investigadora titular del ICAT en el grupo de dispositivos biomédicos, destacó que la pandemia convirtió en una necesidad el uso de oxímetros, porque las personas podían presentar síntomas graves de insuficiencia respiratoria y había que monitorearlos.

En entrevista con esta casa editorial, declaró que la necesidad de incluir un oxímetro en el botiquín familiar ya no va a desaparecer, sino que probablemente sea menos apremiante por la reducción de casos Covid-19. En el ICAT, había conocimiento previo del estudio de la oximetría gracias a un proyecto de cierre de heridas para personas diabéticas, y con ese antecedente, comenzó la elaboración del aparato, cuya creación empezó antes del convenio con la RED ECOS.

“Cuando inicia la pandemia, en 2019, el entorno internacional ya preveía que iba a llegar aquí. Empieza el primer confinamiento y la universidad comienza a recibir peticiones de en qué trabajar, porque ya se empezaban a escasear algunos insumos y porque se iba a poner un poco más dura la cosa y ahí se recibe la petición de crear oxímetros”, relató.

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Uno de los principales elementos que se decidió incluir en el OxiPuma fue un manual en español y que los términos fueran mucho más claros, sobre todo porque el uso del aparato no era habitual antes de la pandemia.

La especialista indicó que el proyecto permanece en mejora continua, inclusive se planea incluir más variables de medición como la temperatura corporal.

Una vez que se haga la transferencia del prototipo a la empresa Trokar, ésta debe de tramitar el registro ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.

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