Este seis de enero Reina Flores Sánchez tendrá un doble festejo: por un lado el Día de la Enfermera que cada año es conmemorado en México y, por otro lado, su onomástico 43 que coindice con la festividad de la Epifanía, mejor conocida como Día de Reyes.
Se llama Reina precisamente porque nació en el día “de los Reyes”, una fecha esperada por los niños ya que es cuando en su árbol navideño reciben regalos de Melchor, Gaspar y Baltazar.
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Y es justamente a los niños a quienes Reina Flores Sánchez ha dedicado toda su vida laboral como enfermera. Por obra del destino, desde hace 18 años la originaria de Chiautempan labora en el área de guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social.
En la estancia Forsi (Formación y Servicios Infantiles A. C.) se encarga de llevar el control de peso-talla, esquema de vacunación y revisar cualquier tipo de sintomatología de enfermedades en niños a partir de 42 días de nacidos y hasta los cuatro años de edad.
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Con motivo del Día de la Enfermera, que en México es celebrado hoy seis de enero, El Sol de Tlaxcala conversó con Reina Flores Sánchez, profesional de la salud de las que poco se habla en el sector al no colaborar directamente con médicos, tampoco atender pacientes en clínicas o en áreas hospitalarias de urgencias: es una cuidadora de la salud pediátrica.
Su labor como enfermera va más allá de revisiones y examinaciones para contribuir al cuidado de la salud de los menores, pues al tenerlos bajo su responsabilidad durante los primeros cuatro años de su vida se convierte en una parte fundamental de su formación y crianza.
Sin descuidar su labor como enfermera, Reina también se vuelve educadora de los bebés y niños, a quienes les enseña el correcto lavado de manos y cepillado dental, por citar unos ejemplos.
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Y aunque para ella ser enfermera “es una vocación y una labor muy bonita y muy importante”, sabe que ha tenido que hacer algunos sacrificios, como dejar el cuidado de sus hijos en otras personas para así poder cuidar de los menores de la guardería.
ENFERMERA PEDIÁTRICA, VOCACIÓN POCO RECONOCIDA
“Lo que hacemos es cuidar la salud desde que el niño ingresa las instalaciones de la guardería, revisamos que esté completamente sano, nos encargamos del control de peso-talla, de sus vacunas y en caso de que presente algún síntoma de enfermedad, llevarlo al área de fomento para darle los primeros auxilios y de ser necesario trasladarlo a una clínica de apoyo especializado”, expresó.
Agregó que en caso contrario se comunican con los padres de familia y se les hace la recomendación de que recojan al menor y sean ellos quienes le den la atención médica.
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En la charla, contó que la labor de cuidar de bebés y niños es un poco complicada porque como enfermera está obligada a saber más sobre la atención pediátrica y, entre otras cosas, conocer sobre primeros auxilios para poder reaccionar ante cualquier contingencia o emergencia.
Compartió que si bien ama su trabajo y su vocación con bebés y niños, ella llegó a ese trabajo por cosas del destino, pues la enfermería ofrece un abanico laboral muy amplio, pero las oportunidades en el sector salud son muy pocas.
“¿Cómo llegué aquí?, pues buscando empleo, porque en el área hospitalaria a veces es muy, pero muy complicado entrar, pero tuve la fortuna de que me dieran la oportunidad de trabajar aquí. Yo venía por unos meses y seguimos aquí laborando”, dijo.
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Mencionó que ha tenido muchas satisfacciones como enfermera de cientos de niños que ha visto llegar e irse de la guardería durante casi 20 años, y que el principal gozo es verlos crecer, desarrollarse y saber que ella como una profesional de la salud colabora no solo en el cuidado de ese aspecto, sino también en su formación y en su educación.
Conmovida al hablar sobre la influencia que como enfermera tiene y ha tenido en la vida de cientos niños y bebés, se congratuló al señalar que desde su profesión ella les ha enseñado muchas cosas que podrían parecer simples, pero que son de suma importancia en la vida de cualquier persona.
Y resaltó que es agradable ver bebés y niños sanos, saber que sus cuidados permiten evitar las enfermedades y darse cuenta, cuando los niños son más grandes, que su labor que hizo de corazón rindió frutos.
“Nosotros vamos educando a los niños, como ya lo decía. Les estamos enseñando cómo lavarse las manos, cómo deben de hacerlo y también les explicamos que la intención es evitar enfermedades, entonces cuando les preguntas qué por qué tienen que lavarse las manos, ellos ya saben”, indicó.
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UNA LABOR DE MUCHO CUIDADO
En los 18 años de labor en la guardería Reina Flores Sánchez ha vivido muchas experiencias, pero compartió que lo más triste y que comúnmente vive es ver partir a los niños cuando cumplen cuatro años de edad y por lo tanto termina su ciclo en la estancia infantil.
“Es melancólico cuando nuestros niños se van al cumplir los cuatro años, obviamente sí es triste, pero es también una gran satisfacción ver que se va súper contento y que aprendió muchísimas cosas. En cuestiones de pediatría, de enfermedad o algo así no tenemos experiencias tristes “, comentó.
Destacó que afortunadamente no le ha tocado vivir eventualidades graves que pongan en riesgo la integridad de los menores; incluso compartió que durante el sismo de septiembre de 2017 en la guardería las cosas no fueron caóticas.
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“Nosotros realizamos muchos simulacros, los niños ya saben lo que tenemos que hacer y entonces en el sismo, en esa ocasión, los evacuamos muy tranquilos. No son situaciones alarmantes para ellos porque hasta cierto punto ya están acostumbrados a escuchar la alarma y ya saben que es porque vamos a salir”, detalló.
La enfermera aseveró que a cada niño se le toma un cariño especial y que convivir con ellos todos los días -prácticamente desde recién nacidos- hace que se les quiera incluso como a un propio hijo.
“Los mismos niños te buscan, te dicen mamá, se integran mucho contigo y también obviamente es la confianza que tú les brindas y pues ellos mismos te van buscando”, añadió.
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“SACRIFICAR A NUESTROS HIJOS PARA CUIDAR A OTROS”
La enfermera es madre de familia de una joven de 18 años y dos niños de 11 y 9 años, y durante el tiempo que tiene de laborar en la guardería ha sabido compaginar el rol de profesional y el rol de mamá.
Sin embargo, reconoció que se trata de labores complicadas de ejercer al mismo tiempo, y que lo más difícil de ser enfermera es perderse de la niñez de sus hijos, no poder estar presente en fechas y eventos importantes, como las actividades escolares.
“Porque en el área de guardería tu presencia es esencial. Es importante el que tú estés ahí al pendiente de los niños, y yo creo que también eso es complicado a veces porque olvidas o haces a un lado un poco a tu familia y a tus hijos para atender a otros pequeñitos”, expresó.
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Pero insistió en que la mayor satisfacción de su labor es darles a los padres y madres, que también trabajan, la seguridad de que sus hijos están en buenas manos, y en su caso responder a ese compromiso.
“Sabes que te entregan a un niño bien, los papás confían en nosotros y de la misma manera nosotros hacemos entrega de ellos”, dijo.
Agregó que ha tenido la necesidad de dejar a sus hijos encargados o incluso llevarlos a otras guarderías, tener que dejarlos en otras manos y confiar en que van a estar bien.
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Así como quieres que cuiden a tus hijos es como nosotros cuidamos a nuestros niños en la guardería, finalizó.
Es una vocación y una labor muy bonita y muy importante
Reina Flores terminó la licenciatura en Enfermería en 2004 y en 2006 ingresó a trabajar a la guardería Forsi, ubicada en Chiautempan.