/ martes 18 de octubre de 2022

La mejor arma contra el cáncer de mama

Con motivo del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora el 19 de octubre, los especialistas recuerdan que la mejor herramienta contra este mal es la información

El cáncer de mama es la principal causa de fallecimiento entre las mexicanas mayores de 30 años. En 2020 se detectaron 29 mil casos y se registraron siete mil 900 muertes, de las cuales sólo 58 fueron de varones.

Las estadísticas también revelan que cuando acuden al oncólogo las personas ya tienen un tumor avanzado y la respuesta a los tratamientos es menor. Además, evidencian que estamos lejos de cubrir a la población objetivo para realizar los estudios de detección como mastografías.

Las predicciones de la OMS sobre cómo cambiarían las cifras de los nuevos casos detectados son de miedo, destaca Leticia Rocha, del Departamento de Biología Molecular y Biotecnología de la UNAM:

“Si nuestra tendencia continuara como hasta hoy, para el año 2025 tendríamos 34 mil casos de este cáncer; para el 2030, 37 mil; y en el año 2040, 45 mil. En cuanto a defunciones tendríamos nueve mil para el 2025; para el 2030 incrementarían a 10 mil 500, y para el 2040 a 13 mil 500 decesos”, destaca con motivo del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora cada 19 de octubre.

Por ello, la especialista sugiere que las campañas para realizarse exámenes de diagnósticos no se limiten al mes de la lucha contra este tipo de padecimiento:

“Es responsabilidad de los sistemas de salud y de educación insistir, a lo largo de todo el año, en que se hagan estas pruebas”, subraya.

De acuerdo con la Dirección General de Publicaciones de la UNAM, la norma establece que las mujeres mayores de 40 años deben realizarse una mastografía al año. En el caso de las mayores de 50, este estudio se complementa con un ultrasonido mamario a fin de detectar pequeños crecimientos, incluso en áreas en las que el mastógrafo no puede detectarlas, por la densidad de la glándula.

Antes de los 40, precisan, no es recomendable realizar estas pruebas ya que se utilizan radiaciones a las que no debe exponerse a mujeres más jóvenes.

Sin embargo, resalta Rocha Zavaleta que la inspección manual es lo indicado para todas las edades. Deben hacerlo de forma manual para detectar signos de alerta como: presencia de bolitas, cualquier crecimiento anormal endurecido, endurecimiento o hundimiento del pezón, enrojecimiento de la piel, comezón, incluso cambios en su coloración.

“Todas esas son señales de alarma para acudir al médico, y dependiendo de la edad y de la densidad de la glándula mamaria se indicará un ultrasonido o bien una mastografía, si así se requiere”, destaca.

La autoexploración debe llevarse a cabo con cierta frecuencia, por ejemplo, una vez a la semana, el día que la mujer tenga más tiempo, que esté relajada en su casa, sugiere la investigadora.


Detección a tiempo

El objetivo es detectar este cáncer lo más temprano posible, a fin de tener mayor probabilidad de responder adecuadamente a los tratamientos y curarse.

Desafortunadamente, insiste la experta, aún una cantidad importante de mujeres en nuestro país no acceden a los estudios por la lejanía de los hospitales que cuentan con mastógrafos o ultrasonidos; por su condición socioeconómica y la dificultad de acceder a las pruebas de manera gratuita.

“Todas las mujeres estamos en riesgo. El no desarrollar la enfermedad, encontrarla en un tiempo adecuado o curarla, depende de nosotras. El conocimiento es definitivamente nuestra principal herramienta, nuestra mejor arma para poder liberarnos del azote de esta enfermedad”, insiste Rocha.

En México cada día mueren 21 mujeres por cáncer de mama y, si se mantiene esta tendencia, para 2040 podrían aumentar a 36 defunciones al día, de acuerdo con proyecciones de la Organización Mundial de la Salud.

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Las estadísticas también revelan que cuando acuden al oncólogo las personas ya tienen un tumor avanzado y la respuesta a los tratamientos es menor. Además, evidencian que estamos lejos de cubrir a la población objetivo para realizar los estudios de detección como mastografías.

Las predicciones de la OMS sobre cómo cambiarían las cifras de los nuevos casos detectados son de miedo, destaca Leticia Rocha, del Departamento de Biología Molecular y Biotecnología de la UNAM:

“Si nuestra tendencia continuara como hasta hoy, para el año 2025 tendríamos 34 mil casos de este cáncer; para el 2030, 37 mil; y en el año 2040, 45 mil. En cuanto a defunciones tendríamos nueve mil para el 2025; para el 2030 incrementarían a 10 mil 500, y para el 2040 a 13 mil 500 decesos”, destaca con motivo del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora cada 19 de octubre.

Por ello, la especialista sugiere que las campañas para realizarse exámenes de diagnósticos no se limiten al mes de la lucha contra este tipo de padecimiento:

“Es responsabilidad de los sistemas de salud y de educación insistir, a lo largo de todo el año, en que se hagan estas pruebas”, subraya.

De acuerdo con la Dirección General de Publicaciones de la UNAM, la norma establece que las mujeres mayores de 40 años deben realizarse una mastografía al año. En el caso de las mayores de 50, este estudio se complementa con un ultrasonido mamario a fin de detectar pequeños crecimientos, incluso en áreas en las que el mastógrafo no puede detectarlas, por la densidad de la glándula.

Antes de los 40, precisan, no es recomendable realizar estas pruebas ya que se utilizan radiaciones a las que no debe exponerse a mujeres más jóvenes.

Sin embargo, resalta Rocha Zavaleta que la inspección manual es lo indicado para todas las edades. Deben hacerlo de forma manual para detectar signos de alerta como: presencia de bolitas, cualquier crecimiento anormal endurecido, endurecimiento o hundimiento del pezón, enrojecimiento de la piel, comezón, incluso cambios en su coloración.

“Todas esas son señales de alarma para acudir al médico, y dependiendo de la edad y de la densidad de la glándula mamaria se indicará un ultrasonido o bien una mastografía, si así se requiere”, destaca.

La autoexploración debe llevarse a cabo con cierta frecuencia, por ejemplo, una vez a la semana, el día que la mujer tenga más tiempo, que esté relajada en su casa, sugiere la investigadora.


Detección a tiempo

El objetivo es detectar este cáncer lo más temprano posible, a fin de tener mayor probabilidad de responder adecuadamente a los tratamientos y curarse.

Desafortunadamente, insiste la experta, aún una cantidad importante de mujeres en nuestro país no acceden a los estudios por la lejanía de los hospitales que cuentan con mastógrafos o ultrasonidos; por su condición socioeconómica y la dificultad de acceder a las pruebas de manera gratuita.

“Todas las mujeres estamos en riesgo. El no desarrollar la enfermedad, encontrarla en un tiempo adecuado o curarla, depende de nosotras. El conocimiento es definitivamente nuestra principal herramienta, nuestra mejor arma para poder liberarnos del azote de esta enfermedad”, insiste Rocha.

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