Cada 22 de noviembre, el mundo celebra a la música y a quienes la crean. Además, esta fecha conmemora la muerte de Santa Cecilia, considerada una mártir cristiana a la que diversos artistas han retratado con arpas u otros instrumentos musicales, por lo que el Papa Gregorio XIII la declaró patrona de los músicos en 1584, pero ¿cuál es su historia?
EL MARTIRIO DE SANTA CECILIA
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Cecilia es una virgen reconocida como mártir romana del siglo VI. Nació en una familia ilustre, por lo que su instrucción para tocar instrumentos musicales era parte de su cotidianidad.
Desde muy joven, decidió consagrar su vida a Dios; no obstante, su padre la obligó a casarse con un hombre pagano de nombre Valeriano.
Ya casados, Cecilia advirtió al hombre que estaba protegida por un ángel y si él se atrevía a tocarla, sufriría las consecuencias de la furia de aquel ser espiritual; en cambio, si la respetaba, podría gozar de sus bendiciones.
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Valeriano obedeció a su esposa y, junto con otras 400 personas, se bautizó y asumió el cristianismo predicado por ella.
En ese momento histórico, los cristianos fueron perseguidos por el Estado pagano, por lo que Valeriano y su hermano murieron degollados.
La leyenda apunta que también intentaron acabar con Cecilia en su propia casa. La trataron de ahogar con vapor sin conseguirlo y luego llamaron a un verdugo para que le cortara la cabeza. Éste dejó caer tres veces su hacha sobre ella sin conseguir su objetivo, con lo que huyó despavorido ante el milagro. Aunque no murió en ese momento, Cecilia quedó lastimada y perdió la vida tres días después.
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Se dice que el día de su matrimonio, Cecilia le cantó a Dios en su corazón a la par de los músicos. El Papa Gregorio dijo que la mujer había “demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música”.
Desde entonces, su figura ha sido dirigida a los instrumentos y melodías del mundo, por lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estableció el día de su martirio como el Día Mundial del Músico.
La música representa una de las manifestaciones culturales que más han contribuido a construir nuestra identidad. La diversidad de sonoridades que se extiende a lo largo y ancho de la geografía nacional constituye uno de los valores que más determinan e identifican a cada comunidad.