Economizar es un sinónimo de ahorrar, por lo que “economizar la memoria” se refiere a guardar cierta información en el cerebro de manera estratégica para almacenarla de forma eficiente. Este es el ejercicio que muchas personas hacen todos los días para recordar lo más importante de su escuela o trabajo. Te contamos cómo funciona.
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La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard encontró un método infalible para que las personas recuerden cosas. Este consiste en aprovechar el uso de calendarios, planificadores o agendas para mantener al alcance de la mano información de rutina.
Cuando la información básica del día a día ocupa espacio en nuestra mente, es muy difícil concentrarse en aprender nuevos datos. Por ejemplo: estás en una clase de cocina, pero por repetir en la mente los horarios de actividades que se tienen para el día de mañana, no pones atención en la cantidad de ingredientes para la cocina. En ese sentido, lo ideal sería tener una agenda con las actividades que se tienen todos los días, además de acudir con una librera y lápiz para anotar todo lo que se dicta en la clase.
En ese punto es necesario aclarar que Harvard propone que todos los recordatorios o información relevante del día se escriba a mano, debido a que la actividad cerebral aumenta cuando la información se presenta de manera visual y se participa en ella a través de una actividad mnemotécnica como lo es la escritura.
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OTRAS FORMAS DE MEJORAR LA MEMORIA
De acuerdo con la universidad estadounidense, existen diferentes maneras de incentivar el aprendizaje y mejorar la retención, que son las siguientes:
Mantener fuerte la memoria y no dejar de aprender. Estudiar es una excelente manera de mantener la memoria fuerte, pues esta actividad involucra crear nuevos conocimientos y relacionar los nuevos.
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“Se cree que desafiar al cerebro con ejercicio mental activa procesos que ayudan a mantener las células cerebrales individuales y estimulan la comunicación entre ellas”, explica el documento.
Otra forma de fortalecer la memoria es leer, jugar al ajedrez o armar un rompecabezas, que permiten una actividad continua.
Usar todos los sentidos. Mientras más sentidos se utilicen al aprender algo, más partes del cerebro se verán involucradas en retener la memoria, explica Harvard. Una buena manera de comenzar a hacerlo, recomienda, consiste en adivinar los ingredientes mientras huele y prueba un nuevo plato.
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Organizar por fuera. Ya que el orden por fuera representa el orden por dentro. Una sugerencia de los expertos en medicina es cuidar los elementos que tenemos a nuestro alrededor. Es decir, eliminar el desorden de la oficina o el hogar permite minimizar las distracciones y, así, poder concentrarse en la nueva información que deseas recordar.
Mantener una mente receptiva. Los médicos que formaron parte del estudio confirmaron que “los estudiantes de mediana edad y mayores obtienen peores resultados en las tareas de memoria cuando están expuestos a estereotipos negativos sobre el envejecimiento y la memoria, y mejor cuando los mensajes son positivos sobre la preservación de la memoria en la vejez”. Así que ya lo sabes: procura sentirte a gusto en el lugar en el que estás y hazte consciente de que muchas veces en la mente está el mejor resultado de una buena memoria.
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Repetir información: Si se desea aprender algo, lo mejor es recurrir a la repetición. Dice el texto que: “cuando quieras recordar algo que acabas de escuchar, leer o pensar, repítelo en voz alta o escríbelo. De esa manera, refuerzas el recuerdo o la conexión”, señala el artículo. Por ejemplo, si dejas tus pertenencias en un sitio diferente al habitual, dilo en voz alta para recordarlo.
Intenta poner en práctica estos consejos todos los días, pues la práctica permite que la mente se agilice cada vez más y te de la garantía de que pronto dejes de olvidar dónde dejaste las llaves o cuál es el nombre de ese cliente al que debes llamar.