A partir de este mes varios empleados británicos pondrán a prueba la llamada semana laboral de cuatro días, una iniciativa que pretende ayudar a las empresas a reducir las semanas laborales comerciales, pero sin recortar los salarios ni tampoco los ingresos.
Países como España, Islandia, Estados Unidos y Canadá han hecho ensayos similares y en el mes de agosto Australia y Nueva Zelanda también experimentarán este formato, según la agencia informativa AFP.
Uno de los involucrados, un cervecero de 36 años, afirmó que su tiempo libre lo podrá ocupar con su familia o simplemente para aprender una nueva habilidad.
Será este mes cuando el hombre se integrará a la prueba masiva junto con tres mil empleados de unas 60 empresas que tendrán la oportunidad de trabajar cuatro días a la semana.
La cervecería en la que trabaja el británico busca notar un aumento en la productividad y en el bienestar de sus empleados, al momento que ayuda al planeta porque contribuye a reducir la huella de carbono de la empresa, además de atraer a nuevos empleados con la prioridad de retener a los mejores.
El fundador de este negocio, Sam Smith, piensa que si cierran por tres días les podría traer dificultades. “Necesitamos estar abiertos todo el tiempo, y esto es lo que vamos a estudiar durante la prueba”. El empresario se encuentra estudiando la posibilidad de acomodar los horarios de los empleados, para así trabajar dos turnos y que la cervecería pueda funcionar de una manera continua.
Alex Soojung-Kim Pang, director de programas de 4 Day Week Global, el grupo que apoya los ensayos, asegura que esta prueba semestral tendrá la ventaja de dar a las empresas un buen periodo para poder experimentar y recopilar los datos necesarios.
También argumentó que la adaptación debería ser más fácil para las pymes y que estas son las que pueden aplicar dichos cambios con mayor rapidez.
Una semana de cuatro días laborales sería más fácil de implementar en el sector de los servicios del Reino Unido, mientras que los sectores del comercio minorista, la alimentación y las bebidas lo tienen un poco más complicado, según los especialistas.
Se considera que el mayor reto será medir la productividad, sobre todo en una economía de servicios en la que gran parte del trabajo suele ser cualitativo y menos fácil de cuantificar que la producción de las fábricas.
“Si se pasa de cinco días a cuatro, se pierde un día de trabajo y eso significa que se pierde producción. Y la verdadera pregunta sería: ¿la producción va a compensar ese día que se pierde? Si no es capaz de hacerlo entonces vamos a tener muchísimas dificultades para mantener esta semana de cuatro días sin sacrificar el crecimiento”, explicó un economista.
Aidan Harper, coautor de un libro que promueve la semana laboral de cuatro días, explicó que los países que trabajan menos suelen tener una mayor productividad, argumentando que Dinamarca, Suecia y Holanda trabajan menos que el Reino Unido y sus niveles de productividad son altos. Y por otro lado señaló que Grecia es uno de los países europeos con altas horas laborales y su productividad es muy baja.
El fundador de la empresa de selección de personal de cuatro días a la semana, comentó que una semana de cuatro días es una opción en la que la empresa y el empleado salen beneficiados e incluso le llama “el superpoder de contratación”.
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