La palabra “guajolote” proviene del náhuatl huexólotl, que significa “gran monstruo” y no es para menos. Los guajolotes son las aves de traspatio más grandes y pueden resultar peligrosas si no se les tiene cuidado.
Muchas personas, sobre todo niños, tienen algún recuerdo de un ‘ataque’ de guajolote. Y es que los machos de estos animales son muy valientes al momento de protegerse, pero a diferencia de lo que se cree, no son agresivos, solo son territoriales, así lo explicó el MVZ Ulises Rosales.
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“Al verse amenazados, tienden a proteger el territorio que consideran suyo. De hecho, no todos los guajolotes atacan, por lo regular son los líderes o ‘alfas’ quienes lo hacen”, detalló el experto. En ese sentido, sólo podrían resultar peligrosos con personas externas a sus cuidadores o cuando invaden su espacio íntimo.
Ante la amenaza, estas aves extienden sus plumas y se ‘esponjan’ para aparentar mayor tamaño, “esto es lo que asusta porque se ven imponentes”, señaló Rosales. Sin embargo, el especialista en animales aseguró que los guajolotes se alejan cuando sus posibilidades de ganar una batalla no son muy altas.
Aunque no dejarán de estar a la defensiva, sí se alejan de ti cuando te ven con un palo grande o si intentas inmovilizarlos. En realidad, son animales fanfarrones, finalizó.
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No obstante, una correteada de guajolote basta para temerles toda la vida y la adrenalina de uno de estos animales a las espaldas es común en los pueblos. Los también llamados pavos silvestres pueden correr a velocidades de hasta 40 kilómetros por hora y volar tan rápido como 88 kilómetros por hora. Porque sí, también vuelan cuando aún no han sido engordados para alimento.
¿Lo sabías?
- Los antiguos mayas consideraban a los guajolotes como animales sagrados y fueron la primera especie domesticada por los nativos mexicanos desde la época prehispánica.