La época de lluvias trae consigo una gran cantidad de alimento natural como frutas y verduras. Una de las más prolíficas en nuestro estado es la pera criolla, la cual se ha convertido en materia prima de diferentes productos.
Una fruta con múltiples posibilidades
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En Tzompantepec, la señora Maricela Corona lleva más de siete años fabricando sidra y postres a base de pera criolla. Considera que la elaboración de estos productos es necesaria, pues cada temporada se desperdician la mayoría de ellas.
Muchas peras se quedan tiradas o los pájaros las pican. Me puse a pensar cómo aprovecharlas porque comerlas solas a veces aburre. Así que hice la misma receta que me enseñaron para hacer la sidra de manzana que es muy famosa en Zacatlán y vi que sí fue un buen resultado, dijo Maricela en entrevista para este Diario.
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La sidra es una refrescante bebida fermentada y, aunque su producto ha sido exitoso entre su familia y vecinos, no ha desarrollado su propia marca ya que: “Aunque el proceso es sencillo, requiere paciencia”.
Por esa razón, ella prefiere compartir su receta y, de esta forma, evitar que la deliciosa fruta quede convertida en abono. “Cuando hago la sidra normalmente es porque tengo entre veinte y treinta peras porque es necesario sacarles todo el sabor”.
MANOS A LA OBRA
Para iniciar esta receta se deben cortar las peras en trozos y dejarlas reposar en un recipiente con agua azucarada que alcance a cubrirlas. Es importante considerar que, por el tipo de fermentación, la fruta debe agregarse con cáscara y centro incluido. Más adelante, se agrega una cucharada de levadura para vino y se deja reposar por lo menos una semana (moviéndola al menos dos veces al día).
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Una vez pasado el tiempo de fermentación es momento de colarla con una manta y refrigerar por otra semana en botellas de vidrio. Pasado ese tiempo está lista para beberse.
Marcela asegura que esta bebida puede durar en refrigeración hasta un mes antes de que cambie su sabor y textura: “Como es muy rica no dura mucho tiempo, es como tomar refresco; pero siempre debe estar en el refrigerador porque si no se empieza a fermentar más con el sol”.
Las bebidas fermentadas son buena opción
Diversos estudios del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo señalan que las bebidas fermentadas son fuente de compuestos con actividad biológica. Estos compuestos se han relacionado con la prevención de diversos padecimientos como enfermedades cardiovasculares, hipertensión, cáncer, diabetes y osteoporosis.
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También se tiene conocimiento de que las bebidas fermentadas son fuente de probióticos, los cuales se relacionan con la prevención de diversos problemas gastrointestinales, debido a que protegen al organismo frente a bacterias patógenas, mejorando las defensas.
Por otro lado, el consumo de bebidas fermentadas se ha relacionado con la pérdida de peso, además de prevenir la inflamación y proteger a distintos órganos como el hígado.
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Nutrición al alcance de la mano
Cortar una pera del árbol es tomar en la mano un puñado de beneficios. De acuerdo con la revista Muy Interesante, comer peras ayuda a reducir la aparición de fístulas, molestias abdominales o estreñimiento, ya que su fibra disminuye la presión y la inflamación en el colon.
Además, es una gran ayuda para evitar enfermedades cardiovasculares, pues reduce la presión arterial y los niveles de colesterol.
Finalmente, pensemos que una pera al día nos aporta el 12% de las necesidades diarias de vitamina C, el 10% de la vitamina K, el 6% de potasio y pequeñas cantidades de calcio, hierro, magnesio, riboflavina, vitamina B6 y ácido fólico.
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