“Colgar los tenis” es una frase popular mexicana que se emplea de manera figurada. Se trata de un eufemismo de la muerte, es decir, una expresión menos dura para referirse al fallecimiento de una persona que, por obvias razones, nunca volverá a pisar el suelo. No obstante, la acción literal de colgar pares de tenis en los cables también es parte de nuestra idiosincrasia.
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¿De dónde viene esta rara costumbre? Se dice que proviene de los barrios más peligrosos de la Ciudad de México.
En la capital del país existen diferentes acciones que comunican más allá de la palabra. Una de ellas es la de los tenis en los cables, la cual sería un modo de delimitar territorios de bandas callejeras.
Según el tipo de calzado que se observe en las alturas, podría indicar además que se trata de lugares en los que es fácil robar y cometer crímenes, o también un modo de honrar la memoria de una persona asesinada que formó parte de ese grupo.
Por otro lado, se dice que ver un par de tenis colgados en una calle suele significar que es un punto de venta de drogas, algo así como un punto de reunión.
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Si bien el origen de esta tradición es un tanto oscura, hoy día muchas personas las han adoptado como parte del folclor mexicano, de manera que una broma entre amigos podría terminar fácilmente en quitarle los tenis a uno y lanzarlos a los cables de luz.
OTROS EUFEMISMOS DE LA MUERTE
Petatearse
El verbo “petatear”, reconocido por la RAE, es otro eufemismo de morir, pues los petates también se utilizan para velar y enterrar a los muertos desde la época prehispánica. En algunos lugares del país, cuando no es posible adquirir un féretro.
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Chupar faros
En la antigüedad, cuando alguien era preso y condenado al fusilamiento se les paraba cerca de algún paredón. Antes de dar el último respiro se le daba un último regalo, la elección de llevar a cabo una voluntad suya: dar sus últimas palabras, o bien, fumar su último cigarro. De ahí viene la expresión de una última bocanada de humo.