Cuando tenemos una carta de bebidas frente a nosotros y vemos las palabras tisana, te o infusión, pensamos que son lo mismo y pedimos la bebida que primero se nos ocurre, pero en realidad se trata de cosas diferentes.
Mario Beteta, quien es un considerado la máxima autoridad de la gastronomía en México, explica cuáles son las diferencias entre estas bebidas.
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INFUSIONES
La infusión es un método de elaboración y es el resultado de agregar algún ingrediente que pueden ser granos, hojas, hierbas o frutas, en agua caliente para que se extraiga sus esencias y aromas. Para elaborarlo en agua fría, se deja reposar los ingredientes por un tiempo. Después de colar el líquido, éste puede ser bebido frío o caliente. Ejemplo de este tipo de bebida son el café, manzanilla, tila o té.
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TÉ
El té, está elaborado a partir de la hoja de la planta del té, conocida como camellia sinensis, que crece en regiones de Asia, como China, Japón e India, entre otros. Estas hojas pasan diferentes procesos de secado, oxidación y fermentación, dando como resultado tés de diferentes colores –negro, verde o blanco- y distintas intensidades. Los tés más conocidos son: Earl Grey, que tiene un toque de bergamota; sencha, té verde japonés, o assam, té negro fuerte proveniente de la India.
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TISANAS
Últimamente, la popularidad de las tisanas ha crecido estos últimos años. Para la elaboración de esta bebida se utiliza la mezcla de distintas hojas, frutas o hierbas que, a diferencia del té u otras infusiones (cuyo tiempo de reposo es de escasos minutos), deben dejarse por mucho más tiempo en agua caliente para sacar todos sus aromas y sabores.
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Debido a que se pueden elaborar con componentes herbales y frutales, las combinaciones son infinitas, es más, tú también puedes elaborar tu propia tisana, solo necesitas algo de imaginación y a crear se ha dicho.
Ahora que ya sabes la diferencia que existe entre estas tres bebidas, ¿cuál será la que pedirás en tu próxima ida a un café?
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