El 18 de agosto de 1931 se expidió la primera Ley Federal del Trabajo, que pasó a reglamentar el Artículo 123 constitucional, la cual estableció el control del Estado sobre los sindicatos.
Es así como se otorgó la facultad de decidir qué sindicatos son reconocidos, independientemente de la voluntad de los trabajadores, así como decidir la procedencia o improcedencia de huelga.
En el plano laboral, el corporativismo adoptó el tráfico de contratos colectivos de protección para el patrón, cuyo modelo de sindicalismo tuvo sus mayores éxitos en la época del llamado “milagro económico mexicano”, en la que se tuvieron altas tasas de crecimiento y un mercado interno protegido que consumía los bienes nacionales.
Por otra parte, la Ley Federal del Trabajo de 193,1 significó un fuerte golpe para los sindicatos católicos afiliados a la Confederación Nacional del Trabajo. Las legiones ofrecían a los obreros católicos otra opción de trabajo sin dependencia de la Jerarquía.
Fue así, que a finales de la década de los 30, surgieron como una oposición política al gobierno mexicano, organismos y otros movimientos.
En la actualidad, esta ley fue derogada el 1 de mayo de 1970 y posteriormente modificada 10 años después, misma que sigue vigente hasta nuestros días.
Es de mencionar que desde fines de los ochentas se ha pretendido modificar nuevamente la Ley Federal del Trabajo, debido a los conflictos partidistas, políticos, obreros, patronales, etc., sin embargo, a la fecha no se ha logrado. Con información de Poblanerías
PARA SABER MÁS
La Ley Federal del Trabajo de 1970 es la máxima ley de derecho laboral en México y solo está por encima de ella la Constitución Política, en la cual se consagró el derecho al trabajo en su artículo 123.
Fue hasta el 18 de agosto de 1931 que se entregó al Ejecutivo la Ley Federal del Trabajo y se publicó en el Diario Oficial del 28 de agosto de 1931.
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