Ya lo dijo Timbiriche: “El sol ya no brilla como antes lo hacía a mi alrededor” y es cierto. Desde hace algunos años hay una mayor cantidad de radiación UV (Ultra Violeta) que entra en la Tierra. Estos rayos provocan quemaduras en la piel, oscurecimiento y algunos tipos de cáncer. Para evitar esas complicaciones, el protector solar es una gran alternativa.

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Los protectores solares funcionan como escudo contra los rayos UV y ayudan a la piel a mantenerse hidratada para prevenir quemaduras, pues contienen ingredientes activos como el octinoxato, oxibenzona y avobenzona, los cuales actúan como antiinflamatorios.

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Cuál es el mejor protector solar

Ningún protector solar bloquea el 100% de los rayos del Sol, pero a mayor SPF (Factor de Protección Solar) más rayos se bloquean.

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Con relación a lo anterior, un bloqueador con SPF de 15 bloquea el 93% de los rayos dañinos, mientras que uno de factor SPF 30 puede bloquear hasta el 97%, ¡entre ellos hay una diferencia abismal! En ese sentido, los expertos recomiendan elegir protectores con factores mayores a 30.

Por otro lado, lo ideal es elegir los que contengan “amplio espectro” y “resistente al agua” en su etiqueta, es decir, que proteja tanto contra los rayos UVA como contra los rayos UVB aún después de sudar, entrar a la alberca o lavarse las manos.

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Para que los anteriores porcentajes se vean reflejados en la piel, es necesaria una correcta aplicación: distribuir una cantidad generosa, retocar cada dos horas y, para mayor seguridad, usar sombrero y ropa que cubra la mayor cantidad de piel cuando se va a estar un tiempo prolongado bajo la luz solar intensa.