Ahora, los funcionarios de salud publica sugieren usar doble cubrebocas como una forma de aumentar el nivel de protección ante el coronavirus y sus nuevas variantes.
Es bien sabido que los cubrebocas recomendados por los expertos son los de tipo N95, sin embrago, una forma de “semejar” su nivel de protección es colocando uno quirúrgico debajo de uno de tela con un tejido apretado usando la prueba de la luz (entre menos luz pase por la tela exponiéndola al sol o una lámpara, mejor).
De acuerdo con los estudios, los cubrebocas quirúrgicos son 50% efectivos para proteger al usuario de aerosoles, que es el modo en que se estudian las partículas de saliva que pueden contener virus. Pero, un cubrebocas quirúrgico debajo de una tela, con alto grado de algodón, logra hasta 91% de eficacia. En cambio, uno elaborado con hasta tres capas de tela, pero sin material quirúrgico, podría reducir su rango de efectividad hasta un 60%.
Al inicio de la pandemia se sugirió usar doble mascarilla porque ayuda a conserva o alargar el tiempo de uso de una mascarilla de alta protección, protegiéndola del exterior con una masacrilla desechable, explica el profesor Arturo Ariño, experto en salud pública.
Aunque ya se ha comprobado, según CNN, que esta acción podría salvar una vida. Pues, por sentido, común, es una doble resistencia ante la trasmisión de micropartículas contagiosas.
Como expone Ariño, lo más importante del cubrebocas es que esté correctamente colocado, cubriendo la nariz y la boca debajo del mentón, sin dejar espacios a los lados.
Además de desecharlos en bolsas de plástico selladas y, para los reusables, lavarlos entre cada uso con agua y jabón.
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