La expresión popular de que se te “sube el muerto” hace referencia a una afección conocida como parálisis del sueño, la cual se caracteriza por la imposibilidad de hablar y moverse durante unos minutos al despertar y que sin duda es aterrador para quien la padece.
De acuerdo con Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, este despertar a medias sucede durante la etapa de movimientos oculares rápidos (MOR) del sueño. En él se ponen en alerta nuestros sentidos, pero la función motora del cuerpo se encuentra paralizada y es capaz de tener alucinaciones.
La parálisis de sueño dura de uno a 10 minutos y afecta a cualquier persona, sin importar el día, la edad ni el sexo. Hasta cierto punto, se trata de una afección normal cuando se despierta de forma repentina debido a un sueño o a la incomodidad del cuerpo mientras se intenta descansar.
Se considera que ocurre por lo menos una vez en la vida a un porcentaje muy alto de la población: entre el 5 % y el 62 %, según los diferentes estudios que se han hecho alrededor del mundo.
ES POSIBLE EVITAR LA PARÁLISIS DEL SUEÑO
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Los expertos señalan que los pacientes con apnea obstructiva del sueño, es decir, que duermen boca arriba, tienen más probabilidad de sufrir parálisis, debido a que esta posición dificulta la respiración; por lo tanto, la sugerencia es dormir de lado hasta donde sea posible.
Por otro lado, se debe considerar reducir el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias tóxicas. Incluso para mejorar la salud, la recomendación profesional es evitar todo tipo de drogas, especialmente antes de dormir.
Reducir el estrés, hacer ejercicio en las mañanas, comer sano y mejorar la higiene del sueño son aciertos importantes para evitar que “se te suba el muerto” continuamente. Esto incluye desarrollar hábitos que fomenten un sueño de calidad como dormir seis horas diarias, evitar pantallas media hora antes de ir a la cama y evitar las siestas durante el día.
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Cuando ya es demasiado tarde y la parálisis te alcanzó, lo ideal es utilizar técnicas de respiración o meditación para calmar a tu cerebro y músculos y, de esta forma, volver lo más pronto posible al estado natural.
EL MUERTO “SE SUBE” DESDE LA EDAD MEDIA
Durante la Edad Media la parálisis del sueño recurrente se representaba mediante las figuras del Íncubu y Súcubu, demonios de leyendas europeas asociadas con la violencia ejercida a sus víctimas humanas.
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La versión mítica más difundida es que los súcubos atacan a sus víctimas para absorber la sangre o energía vital de las personas para alimentarse, mientras que los íncubos atacan sexualmente a su víctima y suelen aparecer cuando está a punto de perder su virginidad, de acuerdo con la cultura popular occidental.
Una representación de este pasaje es la pintura “The Nightmare” de Johann Heinrich Füssli. En el lienzo vemos una mujer dormida poseída por un íncubo. Al fondo un terrorífico caballo observa la escena onírica. Así, la antigüedad no describe a la parálisis como un trastorno del sueño, sino como un fenómeno mágico relacionado con la posesión demoníaca.