Hace 50 años, en las páginas de El Sol de Tlaxcala se daba a conocer el proyecto de colocar una enorme cruz en la cima de la Malinche, que era considerada por los tlaxcaltecas de ese tiempo como un símbolo de fe, amor, fraternidad y esperanza.

La colocación de la cruz en la cima de la montaña surgió como una iniciativa de cronistas deportivos y fotógrafos de esta casa editora; el proyecto fue respaldado por el reconocido muralista tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin, quien hizo el diseño de este símbolo religioso que tenía una altura de tres metros y un peso de 125 kilogramos; su construcción estuvo en manos de Simón Macías Carreón, propietario de un taller de herrería en Chiautempan.

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Durante los primeros 15 días de abril de 1972, este Diario dio seguimiento a todo lo referente a este acontecimiento, en el que participaron tanto deportistas del estado como la población en general.

LOS HECHOS

Días antes de su colocación, fue bendecida por Monseñor Luis Munive y Escobar, obispo de Tlaxcala en esos tiempos. El 16 de abril fue la fecha designada para la proeza de colocar la Cruz en el punto más alto del estado, en la que participaron con gran entusiasmo unos 200 deportistas, tanto de Tlaxcala como de Puebla.

Ese domingo, cerca de las 6:30 horas, la caravana encabezada por la camioneta de estructuras Carreón inició la marcha con rumbo a Chiautempan, y su recorrido por las calles no pasó desapercibido, pues integrantes del club de montañismo “El Huevo de Oro” iban tocando un teponaxtle, que llamaba la atención de todos.

Al llegar los acompañantes de la cruz al albergue “Ingeniero Ezequiel M. Gracia”, ya los estaban esperando grupos de alpinistas de la Cruz Roja de Puebla y socorristas de la Cruz Roja de Huamantla, así como personas que se sumaron a la procesión.

Antes de iniciar el ascenso, los deportistas que acudieron al lugar se organizaron en grupos para cargar la cruz y llevarla al lugar designado. Es así como a las 10:00 horas inició su recorrido por la parte más difícil de escalar.

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Desde ese punto, todos pudieron admirar los hermosos paisajes que ofrece el gran macizo tlaxcalteca que en aquella ocasión estaba cubierto de nieve, resultado de una granizada y ligera nevada de la noche anterior.

Lo accidentado del terreno hizo que la marcha hacia la cresta de la Malinche fuera muy lenta, pero la fe y emoción del momento no permitieron que el ánimo decayera, a pesar de los fuertes vientos y el intenso frío que se sintieron aquel día.

Es así como a las 12:45 horas la cruz, junto con todas las personas que la acompañaron, llegó a la cima de la montaña, donde ya era esperada por gente de diversas partes de la entidad.

Horas antes, integrantes del club “Gen-Exodo” llegaron al lugar para cavar el hoyo donde sería colocada la cruz, también fueron los encargados de llevar el material necesario para que esta hermosa pieza de herrería permaneciera por tiempo indefinido en el lugar.

A eso de las 13:15 horas, numerosos y estruendosos cohetones anunciaban que la hazaña había sido concretada y el hermoso símbolo ya se encontraba en la cima de la Malinche. Las porras tanto a Tlaxcala como a Puebla no se hicieron esperar por los testigos de tan emotivo acontecimiento.

La misa que estaba programada en la cumbre de la Malinche no se llevó a cabo, pues el padre Rubén García, quien era el encargado de oficiarla, sufrió trastornos físicos que le impidieron llegar hasta el lugar.

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Entre las personas que acudieron al acontecimiento no podía faltar el autor del diseño de este símbolo de fraternidad, unión y amistad, el muralista Desiderio Hernández Xochitiotzin, que acompañado de uno de sus hijos fue testigo de la colocación de la cruz.

También llegaron hasta la cima Simón Macías Carreón y varios de sus operarios en el taller de herrería donde se forjó la cruz, al igual que grupos de alpinismo como el Club Comisión Federal de Electricidad, Juventud Tlaxquence, Exploraciones de Puebla, así como deportistas de Ixtenco, Huamantla, Chiautempan y de otros lugares de la entidad.

DESAFORTUNADO SUCESO

Actualmente el paradero de la cruz es un misterio, pues en el lapso de tres décadas fue arrancada al menos tres veces por desconocidos, afirma el cronista de Huamantla, José Hernández Castillo, quien se encargó de repararla cuantas veces fue necesario.

Don Cheché, como se le conoce, comentó a este Diario que lamentablemente la cruz fue derrumbada en varias ocasiones y fue él quien subió a la cima de la Malinche para llevarla a su taller y repararla; en alguna ocasión también fue llevada por alpinistas para que fuera soldada. La Cruz fue cortada hasta en tres pedazos y la volvía a armar sin alterar su diseño, externó el cronista.

La última vez que el historiador la reparó, y con la finalidad de que ya no fuera cortada, le colocó flechas hidráulicas de aplanadoras y motoconformadoras -que están templadas de acero-, pero desconocidos rascaron en el suelo y se la llevaron completa. Esto fue hace aproximadamente 20 años, expresó.

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En la página de Facebook “Alpinisno México” se puede apreciar una de las pocas imágenes de la hoy desaparecida cruz. La fotografía es de Rafael García Sánchez y en ella se puede ver perfectamente la cruz en la que están colocados el rostro de Jesucristo y herramientas propias de los alpinistas.

Se dice que la cruz permaneció ahí hasta mediados de los 80’s pues, ya sea por el desgaste natural de la montaña o por la gente que se subía en ella, quedó abandonada pocos metros más abajo en la cañada. Por iniciativa del pintor Desiderio Hernández Xochitiotzin y otros particulares fue restaurada e instalada de nuevo en su sitio original.

Actualmente se desconoce el paradero de dicha cruz, pues algunos señalan que desapareció a mediados de los noventa y que probablemente fue robada y descendida por el lado de Canoa, Puebla, y otros opinan que aún está abandonada en la cañada.

Entre los comentarios se lee que la cruz fue derribada en tres ocasiones: la primera fue arrojada al cráter, pero afortunadamente no cayó muy lejos y pudo ser rescatada; la segunda vez la bajaron hasta donde termina el bosque y empiezan los zacatones, le prendieron fuego como parte de un ritual y al final la cubrieron con ramas, pero se logró encontrar; en la tercera, a pesar de estar muy bien reforzada de la base, la cortaron y la escondieron cerca de la cumbre, afortunadamente un montañista vio de lejos los hechos y pudo recuperarla.

Se dice también que está resguardada en una casa en Huamantla, pero a ciencia cierta no se conoce su paradero.

En dicha página también se menciona que existe un proyecto para volver a subir la cruz a la cima, pero se requieren muchas manos y recurso económico para hacerlo.

• 50 años han pasado desde que en las páginas de El Sol de Tlaxcala se daba a conocer el proyecto de colocar una enorme cruz en la cima de la Malinche.

H. XOCHITIOTZIN

El muralista Desiderio Hernández Xochitiotzin, acompañado de uno de sus hijos, fue testigo de la colocación de la cruz, diseño de su autoría y símbolo de fraternidad, unión y amistad.

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• En la página de Facebook “Alpinisno México” se puede apreciar una de las pocas imágenes de la hoy desaparecida cruz. La fotografía es de Rafael García Sánchez y en ella se puede ver perfectamente la cruz en la que están colocados el rostro de Jesucristo y herramientas propias de los alpinistas.

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