“Pareces teporocho”, “ahí va un teporochito”, “vámonos de teporochos” son expresiones que seguramente has escuchado en el habla popular, pero debes saber que únicamente en nuestro país nos resultan tan familiares.
“Teporocho” es un mexicanismo que no está contemplado en el Diccionario de la lengua española. No obstante, la Academia Mexicana de la Lengua (AML) lo define como “alcohólico indigente” y respalda su uso para referirse a aquellas personas cuya ebriedad es evidente en un espacio público.
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Los mexicanismos son el conjunto de voces, locuciones, expresiones y significados que diferencian el habla de México en cualquiera de sus niveles, popular, culto e interculto a diferencia del habla de otros países.
Grosso modo, así los define la doctora Concepción Company Company en el nuevo Diccionario de mexicanismos. Propios y compartidos, que publicó la editorial Planeta hace dos años.
Aunque la etimología de la palabra “teporocho” es incierta por tratarse de un término popular, una explicación sobre su origen es que posiblemente surgió en las calles mexicanas durante el siglo XX.
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De acuerdo con la AML, todo inició con la costumbre de beber infusiones de hojas de naranjo o canela. Según se cuenta, las bebidas se vendían en puestos callejeros de la Ciudad de México y su precio era de cinco centavos.
La popularidad de las infusiones cobró más relevancia cuando los vendedores comenzaron a preparar la bebida para adultos al mezclar las infusiones con alcohol. Por supuesto, el té “con piquete” tenía un costo más elevado; costaba ocho centavos.
Eran muchas las personas que se reunían afuera de los comercios o las casas a disfrutar su preparado y de esta anécdota nace la explicación de la voz “teporocho”, que une los términos con los que los clientes pedían un “té por ocho”.
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La palabra es tan usada en México que hasta hay una película que la lleva en su título: “Chin Chin el teporocho” (1976), uno de los filmes más reconocidos de Gabriel Retes.
OTRAS FORMAS DE NOMBRAR EL ALCOHOLISMO
Excederse con el alcohol tiene tal cantidad de adjetivos, eufemismos y expresiones populares que enlistarlas todas resulta una tarea compleja. No obstante, para la Real Academia Española existen algunos términos más apropiados que otros dependiendo la situación para la que se requieran, toda vez que se han recolectado del lenguaje popular hasta su Diccionario.
Ebrio: proviene del sustantivo embriaguez y se refiere a la perturbación pasajera producida por la ingestión excesiva de bebidas alcohólicas.
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Borracho: El adjetivo define a la persona que tiene trastornadas transitoriamente las facultades mentales por consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Cuete: En el lenguaje coloquial, se emplea como un sinónimo directo de borracho.
Pedo: Se tomó de la jerga mexicana para definir el estado de la persona borracha, aunque no se acepta propiamente como un adjetivo culto.
TEPOROCHO
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La palabra es tan usada en México que hasta hay una película que la lleva en su título: “Chin Chin el teporocho” (1976), uno de los filmes más reconocidos de Gabriel Retes.