En días recientes se ha vuelto famoso el nombre de Anna Delvey, luego de que su historia fuera plasmada en la serie original de Netflix ‘Inventing Anna’, en donde se relata cómo llegó a ser una de las mujeres más influyentes de Nueva York, hasta que las autoridades la detuvieron por diversos delitos fraudulentos que desmintieron su vida de lujos.
El programa está inspirado en la vida real de la joven quien consiguió colarse en los grupos sociales más exclusivos de la ciudad, por muchos años logró mantener esa mentira a pesar de que las deudas estaban detrás de ella. A lo largo de 10 capítulos la producción dirigida por Shonda Rimes narra las estrategias y tácticas que Delvey usó.
➡️ El Estafador de Tinder: esta es la historia real de Simón Leviev
Proveniente de una familia de clase media, ella hizo una supuesta fortuna básicamente de la nada, teniendo a su disposición ropa de diseñador, hoteles que costaban casi 10 mil pesos por noche, aviones privados y fiestas a las que solo la élite podía asistir. Sus actos han sido comparados con Simon Leviev, conocido como ‘El estafador de Tinder’, quien mostró una vida de riquezas falsa para conseguir mucho dinero.
¿QUIÉN ERA ANNA DELVEY EN LA VIDA REAL?
Ella nació en Rusia con el nombre de Anna Sorok, en una casa con ingresos limitados, su padre trabajaba como chofer mientras que su madre se dedicaba a labores domésticas. Cuando cumplió 16 años, toda su familia se mudó a Europa para quedarse en Alemania. Durante su estancia en ese continente pudo viajar a otros países para seguir con su preparación profesional, así llegó a Londres para estudiar Arte y Diseño en el Central Saint Martin.
Sin pasar mucho tiempo en esa institución, volvió a Alemania para meses después irse a Paris para trabajar como pasante en la revista Purple. Desde ese momento comenzaron los engaños, ya que cambió su nombre a Anna Delvey. En el 2013 la enviaron a Nueva York para la Semana de la Moda, su estancia se prolongó más de lo que se tenía pensando.
Durante estos días asistió a sus primeros eventos de la alta sociedad, presentándose como una persona diferente. Este modo de vida hizo que cambiara sus planes, por eso decidió renunciar a su empleo para iniciar con las primeras fases de su elaborado plan. Para ello, abrió su propia organización a la que llamó The Anna Delvey Foundation (ADF), un lugar para albergar arte.
La serie explica que para este objetivo tuvo que invertir 40 millones de dólares, que consiguió luego de colocarse como su propio aval en Europa, de esta forma pudo realizar transferencias bancarias. Para engañar a los prestamistas y a sus colegas aseguró que pronto recibiría una herencia estimada 60 millones de dólares.
Delvey solicitó créditos bancarios por 22 millones de dólares, y así vivió muchos años, se relata que se hospedaba en hoteles lujosos y dejaba propinas de 100 dólares o más. Cuando salía de vacaciones y necesitaba pagar la cuenta, le pedía sus amigos le mandaran efectivo para solventar los gastos, explicando que era un problema con el banco y que se resolvería en poco tiempo, aunque nunca fue así.
Esta táctica la aplicó con su amiga Rachel Williams, en un viaje a Marruecos, la invitó asegurado que todo correría por su cuenta, sin embargo, no ocurrió de esta forma, y al final su colega tuvo que pagar lo de ambas. En 2017 usó un avión privado sin dar nada de efectivo porque el dueño confiaba en ella, pero lo que él desconocía es que ya la habían vetado de ciertos hoteles por no cubrir las cuentas.
¿QUÉ FUE DE ANNA DELVEY?
En 2019 la acusaron por robar 350 mil dólares, por eso la condenaron de 4 a 12 años, al final solo cumplió con dos años por buen comportamiento. En febrero del 2021 la liberaron, indicando que debía regresar a Alemania, pero ella permaneció en Estados Unidos más tiempo del permitido.
Esto ocasionó que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) la arrestara y la mantuviera en sus instalaciones. En este periodo pudo hacer varias entrevistas, en enero del 2022 anunció que se había contagiada de Covid-19.
Luego de estos eventos, el medio BBC informó que ella cedió los derechos de su historia a Netflix por la suma de 320 mil dólares. Con esta cantidad pudo cubrir algunas de sus deudas para continuar con su proceso legal. En sus últimas declaraciones confesó que está invirtiendo en las criptomonedas. Sus conocidos crearon un perfil en Instagram para que la gente viera su estilo de la moda durante su juicio.
Nota publicada originalmente en El Sol de Puebla