Las modificaciones a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 051 pueden significar el final de personajes icónicos de algunas marcas de alimentos, pues la propuesta incluye alejar de las cajas imágenes o juegos que puedan promover su consumo.
La propuesta del documento establece que en la etiqueta de los productos preenvasados que incluya algún sello no se deberán utilizar personajes, dibujos, celebridades, regalos, ofertas, juguetes o concursos, ofertas relacionadas con el precio o el contenido, juegos visual-espaciales o anuncios de redes sociales del producto, que fomenten su consumo.
“Esto se sustenta de acuerdo a lo que señala la Organización Panamericana de la Salud como que este tipo de publicidad se aprovecha de la credulidad e inexperiencia de niñas y niños, pero es muy importante aclarar que esta situación sólo ocurrirá en los empaques que tengan al menos un sello, entonces sí, la caja de cereal del Tigre Toño, no tendría al tigre”, mencionó Katia Yetzani García, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor.
México es líder mundial en obesidad infantil, un problema de salud pública que representa un costo de 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
El alto precio que tiene el sobrepeso y sus consecuencias llevó a las dependencias de salud a considerar el modelo chileno para frenar la obesidad.
La NOM 051 está en el proceso de contestar comentarios, mismos que deberán quedar resueltos el mes entrante, pues la normativa deberá publicarse en febrero en el Diario Oficial de la Federación.
La especialista añadió que el objetivo de la modificación a la imagen de las cajas de la comida chatarra es promover los derechos de la niñez y evitar que los menores busquen estos productos por estos elementos atractivos.
La experta señaló que los empaques deberán tener sellos cuando el azúcar añadida supere 10 por ciento, misma cantidad que aplica para las grasas saturadas y el contenido de sal.
“Siguiendo las recomendaciones de la OMS, en una persona adulta, el límite máximo tolerable de consumo de azúcares añadidos es de 10 por ciento del total de la energía. En una dieta de dos mil kilocalorías, el límite sería comer 10 cucharadas cafeteras de azúcar”, mencionó.
Beatriz Bautista, gerente de Desarrollo de Negocios de la consultora SGS México, destacó que la imagen es distintiva de cada marca y “el uso de los sellos con advertencia de nutrimentos en exceso van a influir en la decisión de compra porque son establecidos como una advertencia”.
Pero señaló que la medida puede resultar insuficiente, pues falta fomentar la cultura de la nutrición hacia los niños y la población general.
“Nos falta mucha información para poder decidir cuáles son los mejores alimentos para el consumo”, dijo la especialista de SGS.