Durante 2017, el gobierno de la República emprendió las acciones necesarias para preservar la estabilidad macroeconómica, la solidez de las finanzas públicas y el compromiso con la trayectoria de consolidación fiscal, lo anterior en beneficio del bienestar de las familias mexicana, resaltó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el Informe Semanal de su Vocería, la dependencia federal señaló que en la presente administración, las medidas en materia económica que ha llevado a cabo se encaminaron a lograr una economía flexible.
Esto, apoyada en la implementación de las reformas estructurales, que junto con la aplicación oportuna de medidas fiscales responsables permitieron al país adaptarse y superar choques negativos provenientes del exterior, añadió.
En una nota informativa sobre las acciones y resultados de la Secretaría de Hacienda en materia económica en 2017, refirió que durante este año el gobierno federal reafirmó su compromiso con preservar finanzas públicas sanas y la estabilidad macroeconómica.
Esto, a través de continuar con el proceso de consolidación fiscal establecido en los Criterios Generales de Política Económica enviados al Congreso de la Unión en septiembre de 2013, vía ajustes en el gasto programable y sin modificaciones al marco impositivo, en congruencia con el Acuerdo de Certidumbre Tributaria vigente desde 2014.
Mencionó que para preservar finanzas sanas las principales acciones y resultados son: la aprobación de un Paquete Económico anclado en la estabilidad y certidumbre, basado en supuestos realistas y prudentes, que concluye el proceso de consolidación fiscal.
Apuntó que se mantuvo el compromiso con la consolidación fiscal establecida en 2013, estrategia que se cumplió en los últimos tres años y se estima que se cumplan las metas fiscales para 2017 y 2018.
Se prevé que en 2017 se alcance un déficit de los requerimientos financieros del sector público de 1.4% del Producto Interno Bruto, cumpliendo la meta de un déficit de 2.9% del PIB aún sin considerar el Remanente de Operación del Banco de México (ROBM).
Para 2018, se espera alcanzar un déficit de 2.5% del PIB, consistente con una trayectoria decreciente de la deuda, anticipó la Secretaría de Hacienda.
Estimó que este año se obtendrá el primer superávit primario desde 2008, equivalente a 0.3% del PIB sin el ROBM y a 1.3% del PIB al incluirlo, y para el próximo año se espera tener un segundo superávit consecutivo, equivalente a 0.8% del PIB.
Durante 2017, aseguró, se espera reducir el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, la medida más amplia de la deuda, de 48.7% a 46.7% del PIB, y para 2018, se estima que esta tendencia continuará y se alcanzará un saldo de 46.0% del PIB.
Señaló que el Remanente de Operación del Banco de México se ha asignado de forma responsable y de acuerdo con la ley en los últimos dos años, destinando 70% a reducir la deuda pública y 30% a mejorar la posición financiera.
Destacó que los frutos de la reforma hacendaria se reflejan en el desempeño de los ingresos tributarios que han aumentado 5.5 puntos porcentuales como proporción del PIB desde 2012.
El 30 de noviembre, la SHCP y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciaron la renovación anticipada, por dos años más, de la Línea de Crédito Flexible (LCF) por un monto aproximado de 88 mil millones de dólares, lo que constituye un reconocimiento a la solidez de la economía mexicana y un blindaje para México ante choques externos.
En materia de estabilidad macroeconómica, la dependencia federal mencionó que la tasa de desocupación promediada desde el inicio de 2017 (3.44%) es la más baja para un periodo comparable desde que se tiene registro.