El próximo gobierno buscará que Banorte participe también en la entrega de apoyos sociales, como lo hará Banco Azteca.
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, aseguró a El Sol de México que su equipo ya buscó a la institución financiera para sumarla a la estrategia social.
De concretarse la alianza, no sería la primera vez que el primer círculo del político tabasqueño trabaje de la mano con Banorte. Desde el inicio del programa Prepa Sí, que instauró la administración de Marcelo Ebrard en la capital del país en 2007, esta institución emitió las tarjetas en las que se hicieron los depósitos a los estudiantes de bachillerato.
La alianza entre el gobierno capitalino y el banco de la familia Hank se mantiene vigente, aunque este año se sumó BBVA Bancomer a la dispersión de apoyos a los estudiantes.
Al cierre del segundo trimestre de este año, Banorte reportaba a nivel nacional mil 142 sucursales y una red con poco más de ocho mil cajeros automáticos. Tras la fusión con Banco Interacciones, que estaba en manos de Carlos Hank Rohn (padre de Hank González), se convirtió en el segundo banco más grande del país al alcanzar un valor de 1.6 billones de pesos, sólo por debajo de Bancomer, que vale 2.1 billones.
La nueva generación de la familia Hank se declaró lista para apoyar a Andrés Manuel López Obrador. Carlos Hank González (nieto) dijo que el nuevo sexenio presenta una “gran oportunidad” para el banco más grande en manos de capital mexicano, esto en un acto del pasado 19 de julio, en Puebla.
El Sol de México publicó el martes que Banco Azteca apoyará la labor del Banco del Bienestar en el reparto de recursos de los programas sociales que implementará el gobierno de López Obrador y que, según la información disponible, ascenderían a un mínimo de 292 mil millones de pesos anuales para 25 millones de personas.
Como constató este diario, el presidente electo ya posee el diseño de las Tarjetas para el Bienestar, que en la parte trasera llevan inscrito el logotipo de la empresa de Ricardo Salinas Pliego. Esto, como parte de los preparativos para la presentación del plan para la operación del banco que sustituirá al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros.
Entre los programas están Prospera, Jóvenes Construyendo el Futuro, Pensiones Universales para Adultos Mayores y el de pensiones para personas con discapacidad en condición de pobreza.
El Sol de México publicó el martes que Banco Azteca apoyará la labor del Banco del Bienestar en el reparto de recursos de los programas sociales que implementará el gobierno de López Obrador y que, según la información disponible, ascenderían a un mínimo de 292 mil millones de pesos anuales para 25 millones de personas.
Como constató este diario, el presidente electo ya posee el diseño de las Tarjetas para el Bienestar, que en la parte trasera llevan inscrito el logotipo de la empresa de Ricardo Salinas Pliego. Esto, como parte de los preprativos para la presentación del plan para la operación del banco que sustituirá al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros.
Entre los programas están Prospera, Jóvenes Construyendo el Futuro, Pensiones Universales para Adultos Mayores y el de pensiones para personas con discapacidad en condición de pobreza.
PREOCUPA LA ADJUDICACIÓN DIRECTA
La participación de Banco Azteca ya confirmada despertó suspicacias porque es un proceso que el gobierno debe licitar al implicar recursos públicos y, además, asegurar el resguardo de los datos personales de los millones de beneficiarios inscritos en los programas sociales.
Rodolfo de la Torre, director del Programa de Desarrollo Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, explicó que antes debe haber un proceso. “Primero, todos los funcionarios presentarán su declaración 3de3, y una vez que se descalificaran las empresas que puedan tener conflictos de interés, se debe hacer una licitación”.
Además, consideró que no es necesario involucrar a la banca privada. “Lo que se requiere es un acuerdo para que bajen sus comisiones en los cajeros automáticos”.
De acuerdo con información de la Secretaría de la Función Pública, la adjudicación directa de un contrato se justifica cuando sólo hay un participante que pueda realizar el trabajo, o bien, cuando el proyecto incluya información que pone en riesgo la seguridad nacional.
Vanessa Rubio Márquez, senadora por el PRI y exfuncionaria en la Secretaría de Desarrollo Social, dijo que el nuevo gobierno deberá explicar por qué asignó la labor de dispersión a Banco Azteca, aunque reconoció que la bancarización absoluta de los programas sociales sería un logro por eficiencia y transparencia.
La bancarización y la educación financiera, dijo la legisladora, son indispensables para graduar a las personas de los programas sociales.
Jorge Sánchez Tello, director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros, coincidió en la urgencia de transparentar la decisión, aunque reconoció que Banco Azteca genera más confianza que el Bansefi, al cual le clonaron las tarjetas para el pago de recursos a los damnificados de los sismos de septiembre de 2017.
Claudia Zavala, consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), dijo que si el siguiente gobierno utiliza la infraestructura de Banco Azteca para dispersar los apoyos de programas sociales, la institución bancaria está obligada a proteger los datos personales de los beneficiarios, aunque añadió que habrá que esperar el aviso de privacidad.
CON INFORMACIÓN DE ENRIQUE HERNÁNDEZ Y ALEJANDRO SUÁREZ