El Banco de México (Banxico) mantuvo en 11.25 por ciento el nivel de la tasa de interés, en medio de una desaceleración de la inflación y mejores condiciones económicas internas. Es la primera vez desde mayo de 2021 que el instituto central no hace cambios a la tasa referencial. En aquel momento, se decidió mantener este indicador en cuatro por ciento.
Ahora, Banxico advirtió que dadas las condiciones inflacionarias, es probable que la tasa referencial se mantenga en su nivel actual por un lapso más prolongado, aunque con cierto grado de incertidumbre.
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“El panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza. Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de tres por ciento, considera que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado”, señaló en su comunicado.
La decisión de este jueves se tomó por unanimidad de la Junta de Gobierno de Banxico. En ella, los integrantes destacaron que desde el anuncio previo, celebrado el 30 de marzo, la inflación en México continuó descendiendo, mientras que el peso mexicano se apreció y la economía mostró una resiliencia ante un entorno complejo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sólo en abril la inflación alcanzó un nivel de 6.25 por ciento, el más bajo en los últimos 18 meses.
“La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los choques inflacionarios; consideró que se ha entrado en una fase de desinflación debido a que diversas presiones se han mitigado. Sin embargo, juzgó que estas siguen incidiendo sobre la inflación, la cual permanece alta, y que el panorama inflacionario continúa siendo muy complejo”, subrayó Banxico.
Ante este escenario, la institución encabezada por Victoria Rodríguez Ceja resaltó que se sigue esperando que la inflación general del país alcance su rango objetivo, de entre dos y cuatro por ciento, hasta el cuarto trimestre de 2024.
Además, según los pronósticos elaborados por el banco, se espera que en el último trimestre del año la inflación cierre en un nivel de 4.7 por ciento, desde un 4.8 por ciento estimado hace dos meses.
Agregó que entre los riesgos a la baja para este indicador destacan una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada, menores presiones de costos en bienes y servicios, así como un mejor funcionamiento de las cadenas de producción y distribución.
“Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza. El banco central reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable”, concluyó.
PESO ROMPE BUENA RACHA
Despés del anuncio de política monetaria, el peso mexicano perdió terreno frente al dólar en la jornada del jueves, con lo que apuntó su tercera sesión con depreciación.
De acuerdo con información de Banxico, la moneda nacional se depreció 0.70 por ciento, por lo que el tipo de cambio se ubicó en las 17.702 unidades por dólar, respecto al registro previo de 17.5788 unidades.
Con dicho resultado, el peso mexicano hila tres jornadas consecutivas en terreno negativo. Si se compara contra el cierre de 17.4260 unidades del pasado lunes, acumula una pérdida de 27.60 centavos o 1.58 por ciento.
“Uno de los factores que apreció al peso en 2022 y al inicio de 2023 fue la política monetaria del Banco de México. Aunque no subió la tasa hoy, está en terreno restrictivo con un amplio diferencial respecto a la Fed”, comentó Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base.
Comentó que el tipo de cambio prácticamente no reaccionó al comunicado de Banxico, pues se esperaba que se mantuviera la tasa. Sin embargo, si la Reserva Federal (Fed) sube la tasa en junio o se incrementa la especulación que hará más alzas, el peso podría depreciarse.
La depreciación del peso también se debe al fortalecimiento del dólar de acuerdo con el índice ponderado. El Índice dólar (DXY), que mide al billete verde con la canasta de seis monedas restantes del G7, subió al cierre 0.62 por ciento a 103.52 puntos.
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La mejoría del dólar es apoyada por la especulación del mercado de que la Fed hará otro incremento a la tasa de interés en su próxima reunión.
Otro factor que impulsa a la divisa estadounidense es que se ha elevado la probabilidad de que en Estados Unidos se autorice un incremento al techo del endeudamiento, reduciendo el riesgo de un incumplimiento de obligaciones de pago de deuda a partir de junio.
