Los ingresos por el cobro de multas fiscales realizadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) cayeron 1.36 por ciento anual en el primer trimestre del año, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Al cierre de marzo de 2021, el organismo a cargo de Raquel Buenrostro obtuvo tres mil 312 millones de pesos por concepto de multas fiscales, monto inferior a los tres mil 358 millones de pesos recaudados en el mismo lapso de 2020.
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Estas sanciones, ejecutadas por el SAT, se aplican cuando un contribuyente no cumplió con sus obligaciones fiscales, como la declaración anual, o porque las cumplió de manera incorrecta, ya sea porque omitió información a declarar o el RFC no fue inscrito a tiempo.
“El año pasado, hubo un cobro muy importante de impuestos federales, con incrementos de hasta 162 por ciento frente a 2019, que se venían defendiendo exitosamente en varias instancias jurídicas. Este año no, y por ello es la importante diferencia en la caída de las multas en el inicio de 2021”, comentó Juan Pacheco, socio director en el despacho de contaduría De la Paz-Costemalle.
La consecuencia más inmediata es que el Gobierno Federal tiene menos recursos para sus gastos, aunado a que es algo negativo para el SAT porque se cobraron menos impuestos, agregó el especialista.
En los tres primeros meses del año, la institución recaudó dos mil 891 millones de pesos por el concepto de corrección fiscal, inferior en 3.8 por ciento frente al mismo periodo de 2020. Este concepto se refiere a las amonestaciones que hace el SAT cuando el contribuyente omite alguna información en su declaración, aunque también aplica si se tienen créditos fiscales pendientes.
Sobre las infracciones a las disposiciones por comercio exterior, la autoridad fiscal cobró 244.8 millones de pesos. Este rubro registró un crecimiento de 47.8 por ciento frente al primer trimestre de 2020.
Las sanciones de este tipo son válidas cuando la importación o exportación de un artículo esté prohibida o fuera de los lineamientos de la Secretaría de Economía (SE), al igual que cuando no se cuentan con los permisos correspondientes para su venta, entre otras cuestiones.
La estrategia del organismo liderado por Raquel Buenrostro tiene el objetivo de recaudar mejor, sin incrementar los impuestos ni crear nuevos en los primeros tres años de gobierno, según dijo al arranque de la administración el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El año pasado, el Servicio de Administración Tributaria reforzó el cobro de impuestos atrasados a los grandes contribuyentes, por lo que obtuvo un total de 215 mil 659 millones de pesos, una cifra 125 por ciento mayor a lo que recaudó el organismo por actos de fiscalización contra grandes empresas durante 2019.
“La autoridad fiscal sigue haciendo muy buen trabajo al conocer y dar seguimiento mucho más oportuno y puntual a los contribuyentes, aunque es una lástima que gran parte de los mexicanos no estén dentro de la formalidad”, añadió Pacheco.
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