El diálogo al que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) convocó a legisladores, especialistas y representantes de la sociedad civil y del sector privado, comenzó con dos propuestas coincidentes: la creación de un consejo económico y la solicitud de más deuda para impulsar la reactivación del país.
En la primera de 11 mesas, el presidente del CCE, Carlos Salazar, opinó que el país debe tomar más recursos de deuda que le permitan afrontar los efectos de la crisis, esto es, dijo, quizás llegar a 52 por ciento del PIB.
“Requerimos deuda y utilizar recursos públicos de forma responsable para que un problema de liquidez no se nos convierta en un problema de solvencia”, apuntó.
Sofía Belmar, de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) , destacó que la crisis ya impactó a 30 por ciento de la actividad económica de México, lo que lo convierte en el país con mayor caída después de Japón.
En la reunión virtual, el legislador Miguel Ángel Mancera y la directora de de México Evalúa, Edna Jaime, coincidieron en la necesidad de crear un consejo económico encabezado por el propio Presidente de la República y coordinado por el secretario de Hacienda, en el que se considere las opiniones de todos los sectores para atender la crisis en el mediano y largo plazo.
El ex secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, apuntó que la convocatoria debe enfocarse a encontrar puntos de coincidencia y empezar a tejer un diálogo constructivo para trabajar en plan de reactivación economía inmediata.
Dicho trabajo, agregó, debe enfocarse en dar expectativas a empresarios de que hay luz al final del túnel, para incentivar la inversión y el empleo en los meses posteriores a que termine la crisis.
El ex funcionario subrayó que esto no quiere decir que se desatienda a los sectores más vulnerables de la población y, al contrario, aprender de la experiencia de otros países como China donde se impulsó el consumo.
En su intervención, el diputado Mario Delgado, recalcó que la función del gobierno debe ser la de “un respirador artificial”, para mantener viva a la economía u evitar que se destruyan la mayor parte de las empresas.
Para ello, dijo, se debe continuar con la inversión en los grandes proyectos de infraestructura que den empleo y reactiven la economía.