Una de las principales industrias afectadas por la crisis del Covid-19 es la del turismo, pero dada la fecha en la que la pandemia se manifestó en México este golpe se agudiza en el subsector del turismo religioso.
En el país, los viajes relacionados con la fe dejan una derrama anual de 10 mil 200 millones de pesos en destinos como San Juan de Los Lagos, Jalisco; Plateros, Zacatecas; Chalma, en el Estado de México, y por su puesto en la Ciudad de México.
Dos fechas fundamentales para este subsector del turismo son el 12 de diciembre, que se celebra a la Virgen de Guadalupe en la capital, y la Semana Santa.
El daño económico para el turismo religiosos es incalculable en este momento, indicó José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), ya que prácticamente todos los destinos están cerrados, aunado a que las iglesias tampoco están abiertas a celebraciones masivas.
“Tan solo en Semana Santa el turismo registra una derrama económica de 53 mil millones de pesos, de los cuales 80 por ciento se percibe en destinos de playa porque es la época del año en que inicia la primavera y muchas personas planean vacaciones. Pero un 20 por ciento va para Pueblos Mágicos, ciudades coloniales y, dentro de esto, se cuenta al turismo religioso”, explicó.
En entrevista telefónica con El Sol de México, López Campos recordó que tras la epidemia de la influenza AH1N1 de 2019, al turismo le llevó 14 meses recuperarse en el país de la crisis económica que trajo como consecuencia esa enfermedad, por lo que aún no se puede determinar el costo que tendrá el coronavirus para el sector y sus subsectores.
Sin embargo, enfatizó que los actores del sector, como cámaras, organizaciones y autoridades, están trabajando para apuntalar al país y que haya una recuperación en los viajes hacia los destinos nacionales en cuanto pase la crisis sanitaria.
De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (OMT), México se encuentra entre los 10 principales países receptores de turismo religiosos.
Durante la Semana Santa destinos como Taxco, Guerrero, San Miguel de Allende, Guanajuato, y la ciudad de San Luis Potosí reciben a miles de visitantes que acuden a presenciar tradiciones como son las procesiones y ceremonias por los días santos.
Tan sólo en la Ciudad de México se determinó que la representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa se realizará a puerta cerrada por primera vez en 177 años.
El evento capta la atención de miles de fieles que cada año acuden al centro de la Alcaldía para presenciarlo. Solo en la representación del año pasado acudieron unas 400 mil personas que generaron una derrama económica de 318 millones de pesos.